Las autoridades capturaron en Ocaña, Norte de Santander,
a un subintendente de la Policía, acusado de haberle causado graves heridas a su hija de tan solo cinco meses de nacida.
El hecho se dio a conocer en la madrugada de este jueves, 13 de marzo, cuando la abuela paterna de la pequeña la encontró inconsciente y decidió llevarla de urgencias al Hospital Emiro Quintero Cañizares de Ocaña.
En el centro médico, la pequeña fue internada de inmediato en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI); y allí permanece en un estado crítico de salud. Al parecer, la bebé ingresó con un trauma craneoencefálico acompañado de un sangrado intracerebral.
Según las autoridades, este diagnóstico habría sido producto de un golpe propinado por el uniformado a su hija, hecho que, presuntamente, ocurrió en la casa del subintendente adscrito al departamento de Policía de Norte de Santander.
Medios locales señalan que el policía se entregó voluntariamente a las autoridades y, según el informe preliminar, el hombre habría golpeado a la menor bajo efectos de sustancias alucinógenas. Sin embargo, esta hipótesis no es clara ni refleja cuáles fueron las circunstancias exactas de la agresión.
Por esto, las autoridades siguen con las investigaciones del caso para conocer la cronología de los hechos y poder determinar si la agresión a la pequeña fue intencional o se trató de un accidente.
Esta situación ha generado rechazo en la comunidad en general, al ser la víctima una niña tan pequeña e inocente. Muchos exigen que se le aplique todo el peso de la ley al policía señalado de haber golpeado a la menor.
Por ahora, el estado de salud de la pequeña es crítico. Los médicos aseguran que se debe esperar en los próximos días si presenta alguna evolución.
Otro caso de violencia contra menores de edad
Un joven de 20 años ha sido acusado en Nueva York de matar a su hija de dos meses porque pensaba que esta era fruto de una aventura de su pareja con otra persona, según recogen los medios locales.
El Departamento de Policía del condado de Nassau, al este del estado, confirmó este jueves que Marlon Rabanales-Pretzantzin, un inmigrante indocumentado de origen guatemalteco, fue acusado formalmente de asesinato en segundo grado.
"Nos confesó lo que le había ocurrido al bebé, cómo la había agredido, cómo sentía que la niña no era suya y cómo no la respetaba ni la quería", declaró en una rueda de prensa Stephen Fitzpatrick, comandante de la Brigada de Homicidios, informa el medio local Pix 11.
Fitzpatrick agregó que el joven golpeó a la pequeña varias veces en la cabeza y en el rostro y que luego la tiró al suelo.