En una ceremonia militar, cuyo fin era destacar el servicio de los mejores soldados, ocurrió una designación insólita por parte del entonces comandante del Ejército, general Eduardo Zapateiro.
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Miembros de la cúpula de la Segunda División del Ejército, con sede en Bucaramanga, y en plenas celebraciones patrias del pasado 20 de julio, le otorgaron uno de los reconocimientos militares más honrosos al capitán retirado Jaime Enrique Garnica Ruiz.
El hecho no tendría nada de extraño si ese mismo oficial no estuviera procesado por sus alianzas con paramilitares en conductas criminales que él mismo le confesó a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en su escrito de compromiso de aporte a la verdad.
“El capitán (r) Garnica reconoce que no realizó los actos propios de un hombre en la legalidad, omitió denunciar la presencia de paramilitares, omitió perseguirlos utilizando la fuerza y permitió que actuaciones irregulares se presentaran frente a sus ojos, como la entrega de víveres a las unidades paramilitares, que acudían ante su base en el lugar reconocido como Campo 23 cuando llegaban los abastecimientos para su compañía”, dice el documento.
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Pese a sus responsabilidades judiciales, el capitán Garnica recibió la medalla militar Fe en la Causa como si se tratara de un héroe. Se la impuso el coronel Herbert Blanco, jefe del Estado Mayor de la Segunda División. Y a los reconocimientos asistieron el segundo comandante de la Quinta Brigada, la entonces alcaldesa encargada de Bucaramanga, dos secretarios del despacho de esa ciudad, el subcomandante de la Policía de la capital santandereana y Adriana Padilla, viceministra de Creatividad y Economía Naranja.
Hasta hace apenas dos meses, para el capitán Garnica habría sido imposible ir a recibir la medalla, pues estaba detenido en su casa. El pasado 12 de mayo, la JEP le otorgó el beneficio de libertad condicionada mientras avanza su proceso. Garnica llevaba cinco años privado de la libertad, pues se le acusa de concierto para delinquir agravado.
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Según el expediente, que fue trasladado de la Fiscalía a la JEP, el capitán retirado le ayudó a paramilitares a robar hidrocarburos. El exmilitar negó esa responsabilidad, pero aceptó su culpa por haber colaborado con el Bloque Tolima de las autodefensas hacia 2003, cuando era parte de la regional de inteligencia militar número 5.
Así lo narraron el mismo oficial Garnica y su defensa en el escrito de aporte a la verdad que le presentaron a la JEP, buscando su libertad condicionada: “Una real, planeada, conocida y estructural relación entre el Ejército Nacional y las Autodefensas Unidas de Colombia en el departamento del Tolima, territorio donde el capitán (r) Jaime Enrique Garnica Ruiz fue asignado para el cumplimiento de su misión institucional, pero con misiones extralegales que incluían el apoyo, acompañamiento, acercamiento y trabajo mancomunado con el Bloque Tolima de las Autodefensas Unidas de Colombia".
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El capitán retirado fue más allá. Incluso, aceptó su responsabilidad en un episodio de complicidad con los paramilitares en el que la misma Corte Suprema de Justicia lo había declarado inocente. Es decir, aceptó culpas que la justicia ya le había quitado.
“Para el mes de abril de 2003, el capitán Jaime Enrique Garnica Ruiz recibió órdenes de sus superiores para brindar un apoyo al Bloque Tolima en un desplazamiento que harían desde cerca del municipio del Guamo (Tolima) hasta más adelante del municipio de Coello, labor que consistía en brindar acompañamiento y escolta a dos (2) camiones que transportaban aproximadamente 50 paramilitares que pasarían en su tránsito motorizado por el municipio de Coello, desde donde se brindaría acompañamiento”, señala el escrito.
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La medalla militar Fe en la Causa fue creada en 2011 mediante un decreto presidencial que, entre los requisitos para otorgarla, exige que el homenajeado “debe haber sido protagonista del respeto por los derechos humanos. Debe haber liderado, planeado, dirigido o ejecutado episodios que hayan restituido la libertad, la democracia y la paz de una región en territorio nacional”.
Es decir, para el consejo que otorga la medalla, presidido por el comandante del Ejército, en ese entonces el general Eduardo Zapateiro, el mismo capitán retirado que aceptó alianzas con paramilitares es un ejemplo de respeto de los derechos humanos y de la búsqueda de la paz.
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Noticias Caracol contactó a la oficina de prensa del Ejército Nacional para preguntar por qué le otorgaron semejante honor al capitán Garnica. Aseguraron que, al momento de entregar la medalla, el oficial no registraba ninguna sanción disciplinaria ni penal.
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