Elber Guzmán, un campesino en Alvarado (Tolima), es protagonista de una curiosa historia luego de que recogiera en una carretera del departamento lo que pensaba era un gatito.
“Iba en la moto cuando lo observé en la carretera, pensé que alguien lo había abandonado y lo cogí para auxiliarlo”, cuenta.
Entonces, lo llevó hasta su finca, pero al pasar los días empezó a notar algo raro.
“Comencé a ver el comportamiento, que era diferente a un gato. Comencé a investigar y observé un artículo donde Cortolima había rescatado un jagurandí en el aeropuerto Perales, vi que era idéntico”, dice Guzmán.
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Cortolima acudió al llamado del campesino y ahora el felino, que tiene su habitad en la cordillera central, está siendo atendido en el Centro de Fauna Silvestre de Ibagué.