En una pesadilla se convirtió un paseo para tomar fotografías que el pintor Eduardo Contreras emprendió en la zona del Cañón o mirador del duende, en La mesa de los Santos, Santander.
El hombre resbaló en un peñasco y cayó a un peligroso abismo de más de 20 metros, lejos de la mirada de cualquier otra persona. Allí estuvo durante cuatro días.
Tras su desaparición, su familia, amigos y autoridades iniciaron las labores de búsqueda, pero con la llegada de la noche se incrementó la incertidumbre.
“Fueron días de constante búsqueda, zozobra en la familia. Con los amigos, se buscó día y noche. Cuando se acababa el día, entraba la zozobra”, recuerda Camilo Rodríguez, un sobrino del caminante.
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Pero el cuarto día de las labores, una llamada le devolvió la tranquilidad a la familia de este artista de 56 años.
“Estábamos alistándonos para salir, nos llama la Policía y nos dice que ya lo están rescatando”, dijo el familiar del pintor.
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Además, explicó cómo sobrevivió su tío a las difíciles condiciones del clima en la zona: “Las cuatro noches fueron de constante lluvia, sobrevivió tomando aguas lluvias y comiendo plantas”.
El coronel Javier Castro, comandante de Policía de Bucaramanga, indicó que uniformados de la estación de La mesa de los Santos fueron quienes arriesgaron sus vidas para descender por el peñasco y rescatar al hombre, cuyos gritos de auxilio permitieron que fuera encontrado.
“En una maniobra peligrosa, y arriesgando su propia vida, uniformados de la estación de Policía de La mesa de los Santos bajaron por el Cañón o mirador de El Duende y lo rescataron”, dijo el oficial.
El caminante fue trasladado a un centro médico, pues se encuentraba deshidratado.
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