En Cali, los días de bloqueos y enfrentamientos con la fuerza pública se han ido quedando atrás, pero el paro nacional no ha terminado. Así lo adviertenlos jóvenes de la primera línea en Cali desde un nuevo escenario: las asambleas permanentes en los barrios.
“Nuestro fin es la protección a la vida, pero nuestro fin es también buscar esas soluciones que fueron las que nos sacaron a las calles el 28 de abril. Estamos buscando cambios en la educación, en la salud, en el transporte”, dijo Jenni, vocera de la primera línea de resistencias de Cali.
En materia educativa, la primera línea en la capital del Valle del Cauca pide que el Gobierno nacional voltee la mirada hacia los jóvenes que no han tenido acceso a la formación superior y que no fueron contemplados en programas como el de Matrícula Cero.
“Pero también necesitamos que los que no hemos podido llegar a la universidad, o hemos podido llegar ahí, tengamos la garantía de estar sin tanto protocolo. Necesitamos ya educación superior y permanencia, que nos garanticen la estabilidad y permanencia en la universidad”, afirmó Andrés Valencia, vocero de la primera línea Nuevo Resistir.
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Otro tema que preocupa a los jóvenes es el de la falta de vacantes laborales para esta población.
“Sabemos que en Cali hay 532.000 jóvenes en situaciones de desempleo, sin oportunidades y sin opciones de empleabilidad, de estudio y demás cuestiones sociales que nos sirven para avanzar como ciudadanía”, indicó Andrés Mosquera, vocero del punto de resistencia del Parque de los Estudiantes.
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Como alternativa a la falta de oportunidades, los jóvenes reconocen el deporte como una herramienta de transformación social. Por eso, solicitan garantías para los atletas.
“Cali y Colombia, como potencia deportiva, no permitan que los niños sigan jugando fútbol con zapatos rotos, con canchas en mal estado. La necesidad del deportista es integral, necesitamos apoyo psicosocial para el deportista y mejores profesionales, pero los profesionales no se hacen sin oportunidades”, anotó Valencia.
Así mismo, ven en el arte y la cultura una manera de intervenir las problemáticas que viven los jóvenes de la capital del Valle del Cauca y resaltan el papel pedagógico y mediador que han tenido los artistas caleños durante el paro nacional.
“Queremos que los artistas sean bien reconocidos por su trabajo, que tengan escenarios disponibles, que les permitan acceder a sus planes, programas, proyectos”, comentó Valencia.
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Losjóvenes le apuestan a un horizonte político , en el que a partir de la participación y el diálogo puedan expresar sus propuestas.
“Queremos una participación a nivel local, departamental, nacional, que nos tengan en cuenta en las leyes, como la educación, toda esa parte en la que se excluyen a los jóvenes”, indicó José Calderón, primera línea Paso del Aguante.
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La primera línea de resistencia de Cali ha logrado establecer también alianzas con integrantes de primeras líneas de ciudades como Medellín y Bogotá, a través de las cuales se busca consolidar un movimiento nacional en el que los jóvenes tengan voz y nuevas oportunidades.