Las autoridades descubrieron un taller de la mafia en la frontera colombo-venezolana. El lugar era usado por una red de narcotraficantes para encaletar cocaína en vehículos y luego moverla entre ambos países.
El capo de esta banda delincuencial se hacía llamar ‘Eduard’ o 'el Patrón’ y, según el FBI, convirtió lo que parecía un humilde taller en el centro de operaciones, en el sector de Villa del Rosario, que fue allanado por investigadores de la Dijín tras casi un año de seguimiento.
De acuerdo con la Dijín, en este taller, la organización modificaba especialmente camiones para crearles caletas donde metían decenas de kilos de cocaína.
“Delinquían recibiendo estupefacientes y almacenándolo a través talleres de mecánica, acondicionando vehículos para ser transportados hacia los municipios de Juan Frío, corregimiento de Juan Frío en Venezuela y posteriormente llevados con destino final hacia Europa y Estados Unidos”, declaró el coronel Germán Romero, director encargado de la Dijín.
El coronel Romero indicó que, gracias a un informante, los investigadores descubrieron que la red, por el envío de casi una tonelada de cocaína cada mes hacia Estados Unidos y Europa, a través de Venezuela, recaudaba cerca de un millón de dólares.
Esto le permitía al jefe de la organización en Colombia, aseguran los agentes, darse ciertos lujos, como tener una colección de motos de carreras y utilizar algunas de ellas para competir en torneos nacionales e internacionales.
Con todas las pruebas, los investigadores llegaron hasta el lujoso escondite del capo y sus cinco cómplices. En total, los seis señalados narcos fueron capturados y enviados a la cárcel.
Explicaron las autoridades que las casas y las casi 20 motos de carreras del capo entraron a proceso de extinción de dominio.
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