La Policía desarticuló una red de sicarios al servicio de las disidencias de las FARC para asesinar a desmovilizados, soldados y policías en Meta y Arauca. Uno de los sicarios se ocultaba en un barrio donde patrocinaba un equipo de fútbol.
En una casa en Palmira, según el grupo antiterrorista de la Dijín, se escondía alias Negro Lucho, jefe de una temida red sicarial de las disidencias de las FARC, quien, para apoderarse de Arauca y Meta, lanzó una ofensiva criminal contra policías, militares y desmovilizados, como lo evidencia uno de sus violentos ataques en 2021 en Tame, Arauca.
De acuerdo con la Policía, en un video quedó en evidencia cómo intentaron asesinar a una persona en proceso de reincorporación, conocida como Hermes Mayorga, y a su hija, con ráfagas de fusil. Hasta les quemaron la camioneta.
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En el último año, según las autoridades, alias Negro Lucho y su grupo de sicarios lanzaron al menos diez atentados contra personas reincorporadas.
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“Alias Negro Lucho sería el cabecilla de una red sicarial del grupo armado organizado residual Estructura 10, Martín Villa, del Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC. Es de una trayectoria criminal de más de 15 años”, señaló el general José Luis Ramírez, director de la Dijín.
A la banda de sicarios también pertenecía alias James, quien después de los atentados se ocultaba en Samacá, Boyacá, en donde se hacía pasar como buen vecino. Paseaba en moto por el municipio e incluso, según comprobaron los agentes encubiertos de la Dijín, patrocinaba un equipo de fútbol.
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El general Ramírez destacó que se logró la captura, con orden judicial, de "Luis Ángel Carabalí, alias Negro Lucho, y de los hermanos Álex, Víctor y James Zúñiga Saavedra".
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Los presuntos delincuentes fueron capturados en el Valle del Cauca, en Santander y en Boyacá.