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Cabecilla de red de tráfico sexual en Cartagena indujo a su propia hija a la prostitución

La fachada de Berta Ramírez Torres era vender paquetes turísticos y masajes para luego dar a conocer un catálogo de mujeres. Una patrullera de la Policía hacía parte de esa red de tráfico sexual.

proxeneta.jpgAsí operaba red de tráfico sexual en Cartagena de la que haría parte una patrullera de la Policía

Se conocieron más detalles de una red de tráfico sexual dedicada a reclutar mujeres y menores de edad para todo tipo de actividades en Cartagena. Lo más grave es que los tentáculos de una patrullera de la Policía, capturada en los últimos días, se habrían extendido a otras integrantes de la institución a cambio de falsas promesas económicas.

Berta Ramírez Torres y la patrullera de la Policía Daniela Echeverry Gómez harían parte de la red ilegal dedicada a engañar a jóvenes en la heroica para inducirlas a la prostitución, según lo revela una investigación de la Fiscalía.

La uniformada fue enviada a la cárcel y era la encargada de convencer a sus compañeras de la Policía, con falsas promesas remuneratorias, para luego inducirlas a actividades sexuales.

“Estas personas, al parecer, captaban mujeres en condición de vulnerabilidad y las inducían a ofrecer servicios sexuales en el sector de la Torre del Reloj y otros sitios aledañosal centro histórico ”, afirmó Luisa Obando, delegada para la seguridad territorial de la Fiscalía.

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La cabecilla de la organización criminal sería Berta Ramírez Torres, su fachada consistía en vender paquetes turísticos y masajes para luego dar a conocer un extenso catálogo de mujeres que ofrecían todo tipo de servicios sexuales. Por cada víctima la mujer podía recibir una comisión superior a los 200 mil pesos.

“Como parte de las acciones desplegadas por la Fiscalía fueron recuperadas tres víctimas, una de ellas era la hija de Berta, quien habría sido explotada sexual y comercialmente junto con dos jóvenes de nacionalidad venezolana. Esta mujer fungía como intermediaría entre las jóvenes y los hombres con los que se pactaban los servicios sexuales a cambio de comisiones”, agregó Luisa Obando.

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Fueron cientos de interceptaciones de llamadas telefónicas, registros de cámaras de seguridad y el trabajo de agentes encubiertos, lo que permitió la captura de estas mujeres.

La Procuraduría conformó un grupo de investigación especial para dar seguimiento al caso y establecer el alcance que tuvo esta red de tráfico sexual al interior de la Policía Nacional.

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