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“Yo ando por donde me dé la p... gana”: este es el top de las imprudencias entre ciclistas

Ese mensaje, que lleva una biciusuaria, parece que lo aplican varios de ellos, sin tener en cuenta que ponen en riesgo su vida y la de los demás.

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A diario muchos biciusuarios son captados cometiendo imprudencias. Eso sí, de entrada se debe recalcar que no son los únicos, pues conductores de vehículos, motociclistas y peatones también fallan a la hora de aplicar la inteligencia vial.

Lo grave en el caso de los ciclistas es que están más expuestos a sufrir accidentes, pues no cuentan con la protección de la carrocería como los vehículos y tampoco con al menos un casco, como los moteros.

El top de imprudencias fatales comienza con la luz roja del semáforo, que pese a ser una señal de alerta, muchos prefieren ignorarla y seguir de largo. Aunque los carros y motos tengan luz verde, continúan su camino como si nada.

El zigzagueo es otra práctica peligrosa, aunque no exclusiva de ciclistas, también lo hacen las motos. En medio de los trancones y vehículos de grandes dimensiones, ellos se van abriendo paso obligando a los carros a frenar para evitar un accidente.

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(Vea aquí: Ciclista aficionado murió tras ser arrollado por un conductor )

El top tres de las imprudencias fatales es circular con elementos de grandes dimensiones. Cámaras captaron a un ciclista cargando un cuadro más grande que su bicicleta y otro con grandes bultos por la avenida Primero de Mayo.

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En video, y a diario, es normal ver chateando a domiciliarios que usan este medio de transporte, sin poner toda su atención a la vía. Algunos hasta revisan el celular sin sostener el manubrio.

La falta de elementos de protección, como el casco y los reflectivos o luces para hacerse ver en medio de la noche, también es vía libre para los accidentes.

En muchas ocasiones parece que gran parte de los biciusuarios pensaran como esta mujer que invade el carril de Transmilenio y que en su bicicleta lleva un letrero que dice: “yo ando por donde me dé la puta gana”.

No se trata de echarles toda la culpa, pero sí de hacer un llamado de alerta para minimizar las prácticas que puedan poner en peligro su vida y la de otros actores viales.

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