Con sus propias manos, vecinos del barrio El Codito, norte de Bogotá, reconstruyeron uno de los CAI destrozados por vándalos la noche del miércoles.
Al día siguiente de la complicada situación que se vivió en la ciudad, la comunidad recogió los escombros y algunos decidieron hacer la popular vaca, para recoger dinero y reconstruir el lugar.
“Ellos nos brindan apoyo, seguridad, entonces no había necesidad de atacarlos y, muchos menos, destruir las cosas de un patrimonio”, señaló Jhon Sáenz, uno de los vecinos que dio una mano en la restauración.
Sin descanso, por casi cuatro días seguidos, los mismos vecinos reconstruyeron el CAI y se lo entregaron al barrio en medio de una emotiva eucaristía.
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“Todos de la mano, no podemos seguir en estas discordias, tirándoles a nuestros agentes de Policía. Sé que unos cuantos han dañado la institución, pero se van a cambiar”, dijo Jorge Tabio, líder comunitario que también ayudó.
Ahora, los vecinos se turnan durante el día y la noche para que nadie les vuelva a dañar lo que consideran es su patrimonio y su seguridad.
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Por su parte, el patrullero Duván Sánchez cuenta que, en la noche de ‘terror’ que se vivió en Bogotá, vándalos le ocasionaron una herida en la mano derecha y un impacto de bala.
Fueron “horas de temor. Pensamos que era un día común y corriente de turno, pero cuando comenzó la noche esas manifestaciones se volvieron más agresivas. Los vándalos me ocasionan una herida en la mano derecha y recibo un impacto al costado derecho que, gracias a Dios, quedó en mi chaleco”, recuerda.