El elevado número de contagios por COVID-19 en Bogotá ha llevado la ocupación de camas UCI a altísimos niveles.
“Las cifras señalan que la ocupación de UCI está por encima de un 97%, pero en realidad puede estar en un 110% porque hay pacientes que están siendo ventilados en áreas no UCI, en salas de reanimación o en pasillos”, dijo Luis Hernández, doctor en Salud Pública de la Universidad de los Andes.
Una saturación que ya ha puesto a los hospitales a correr en busca de una remisión que en muchos casos, resulta imposible.
“Esto también produce una dificultad en las remisiones, cada vez es más difícil ubicar una cama UCI. El sistema de referencia, que lo ha manejado bien el Distrito, a través del Centro Regulador de Urgencias, está teniendo problemas por el volumen y lo sabemos a diario”, agregó.
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Esta afirmación del doctor Hernández, respecto a las remisiones, se ve respaldada por los médicos intensivistas, que están en la primera línea de esta pandemia.
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“El hospital está recibiendo cerca de 70 a 75 solicitudes diariamente, desafortunadamente solo podemos aceptar 4 o 5 porque no tenemos disponibilidad de camas”, manifestó José Guillermo Ruiz, director científico del Hospital Universitario Nacional.
“El tema de las remisiones está muy complicado porque nosotros, que somos la institución más grande y que tenemos casi 100 camas de UCI, a dónde remitimos los pacientes. En algunos turnos hemos tenido 3 o 4 pacientes en espera de UCI, pero los podemos maniobrar”, indicó Darío Pinilla, jefe de la UCI del Hospital Méderi.
Pero además de las remisiones, lo que más sigue preocupando es el rango de edad de los pacientes que están entrando a estas unidades de cuidados intensivos.
“Efectivamente en este pico los pacientes son muchos más jóvenes. El 50% de la ocupación está entre la década de los 30 y 40 años”, aseguró Adriana Barriga, coordinadora médica de la UCI de la Clínica de la Mujer.
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Según Salud Data, Bogotá amanece con un 97.8% de ocupación UCI para COVID-19 y 96.2% para otras patologías. En la capital hay 2.233 camas destinadas para COVID-19, de las cuales 2.183 están ocupadas, es decir que solo quedan 50 camas disponibles.