Cada día se registran más casos de maltrato animal en el país. La ley se queda corta de dientes para defender a los animales en Colombia, como es el caso de Lucky, un perro que, tras la decisión de un inspector de Policía, fue regresado a manos del supuesto maltratador.
Un video fue la clave para que el perrito de dos meses fuera rescatado por el Instituto de Protección y Bienestar Animal de Bogotá.
Sin embargo, tres meses después de estar en su hogar de paso, el inspector que tuvo a su cargo el caso resolvió que Lucky debe regresar a la custodia de su maltratador, decisión que se hizo efectiva el miércoles.
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“Se comunica conmigo Protección Animal informándonos que está fuera de la casa con la Policía Ambiental para recoger a Lucky, sin ningún previo aviso, sin notificarnos por ningún medio electrónico, ni llamada, que iban a pasar por Lucky”, contó Juan Sebastián Ospina, quien estaba cuidando del cachorro.
El pasado 14 de octubre el Instituto de Protección y Bienestar Animal a través de un comunicado exhortó a la Personería Distrital a que, en el ámbito de sus competencias, garantice el bienestar del perro. El ministerio público distrital revisó la decisión.
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“Se pudo determinar que había rendido un concepto desfavorable en cuanto a las condiciones del canino, no obstante, debido a la revisión, este concepto cambió porque no concordaba con el fallo o con el concepto etológico del can”, indicó Rosalba Cabrales, personera distrital de Bogotá.
Es decir que, aunque el instituto evidenció que el perro era maltratado física y emocionalmente al punto de retirarlo de la custodia del tenedor, el informe del médico veterinario de planta del instituto no sustentó el maltrato, y el cachorro deberá regresar a manos de quien al parecer lo golpeaba.
“Puede suceder que nos quiten al perrito y se lo entreguen en adopción a otro hogar y nosotros pensamos que podíamos encontrarnos con esta sorpresa, pero no con la sorpresa de que el perrito va a ser devuelto a su maltratador”, manifestó Camila Yepes, hogar de paso de Lucky.
“Si son los funcionarios que no están dando la talla pues hay que cambiarlos, pero los animales no pueden ser revictimizados por las instituciones que deberían salvaguardar su vida y su integridad física y emocional”, señaló Andrea Padilla, concejal animalista.
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La Personería exhortó al instituto a revisar los manuales de procedimiento, pero la pregunta es, mientras tanto, ¿quién salva a Lucky de volver a ser maltratado?
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