Desde hace siete meses cientos de indígenas provenientes de varias partes del país se asentaron en elParque Nacional de Bogotá reclamando una reivindicación de sus derechos; sin embargo, a la fecha no se ha logrado ningún acuerdo con el Distrito.
“La gran mayoría son víctimas del conflicto armado interno, son población indígena desplazada de sus lugares de origen”, señala Patricia Villegas de la Fuente, personera delegada para la condición de víctimas.
Según la Personería de Bogotá, inicialmente se asentaron 350 personas. “Luego subieron a 600 luego a 1.200. En ese momento hicimos una advertencia muy importante y era que estaban niños, niñas, mujeres embarazadas”, indica Villegas.
Casi siete meses después y, según la última caracterización del Distrito , 1.585 indígenas viven en el Parque Nacional.
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Al interior de las carpas hay colchones y allí duermen numerosas familias, mientras algunas mujeres cocinan en fogones de leña y otras se dedican a tejer artesanías para después venderlas.
Mientras tanto, los niños juegan por cualquier rincón del parque, los hermanos mayores cuidan a los más pequeños, algunos lavan ropa, van por agua a la quebrada cercana o incluso se bañan sin importar el frío capitalino, otros dan vueltas por todo el parque, unos descalzos y otros con poca ropa.
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“En ese momento se identificó que el 60% de la población que estaba eran niños, niñas y mujeres. A hoy, podríamos decir que aproximadamente podría ser hasta de un 70%”, agrega.
Los niños son los más vulnerables ante esta realidad.
“No hay condiciones de salubridad porque tampoco hay un acompañamiento permanente desde la Secretaría de Salud”, afirma María Violet Medina, del pueblo nasa.
Un fallo de un juez del 4 de marzo ordenó al Distrito cumplir con unas garantías y en conjunto con el Gobierno nacional realizar una caracterización a los quince pueblos indígenas asentados en la zona.
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Sin embargo, estas comunidades aseguran que no han recibido alimentos ni garantías; hay varios enfermos, algunos niños han fallecido y a lo largo de estos meses se han presentado varias protestas y bloqueos viales por diferentes situaciones. Algunos líderes del campamento dicen que hay divisiones en el lugar.
“Hoy el alcoholismo, la drogadicción, la instrumentalización y demás, pues no sean ajenos a las comunidades indígenas. Eso nos ha llevado a que tomemos banderas y posturas diferentes”, dice Medina.
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Pese a la situación de incertidumbre, muchos, incluidos las comunidades indígenas y vecinos del Parque Nacional no saben cuál será la suerte de estas personas que a la fecha están a la deriva.