Nueve delincuentes llegaron a un conjunto en el sector de Guaymaral, en la localidad de Suba (Bogotá), en las últimas horas y protagonizaron un robo como de película.
A bordo de tres carros, los sujetos que llevaban armamento y botas militares llegaron a la casa de una familia compuesta por 4 personas en Guaymaral y amedrentaron a los dos adultos y dos menores de edad, de 11 y 6 años, mientras se llevaban aparatos tecnológicos y otros objetos de valor.
Según el relato que hizo una de las víctimas al medio El Tiempo, fueron seis los delincuentes que entraron a la vivienda para amordazar a los ocupantes, mientras otros tres esperaban a las afueras del lugar en los carros en los que habían llegado.
La familia vivió una noche de terror, pues además de que los amarraron de pies y manos, uno de los menores de edad, el de 11 años, fue amenazado con un puñal y un arma de fuego con el fin de obligar a los adultos a entregar una suma de dinero que, afirman, no tenían.
De momento, no hay reporte oficial de las autoridades sobre lo sucedido en esta vivienda de Guaymaral.
Amenazas a comerciantes en Bosa
En otras noticias, en el barrio Bosa Brasil, en el sur de Bogotá, a no aguantan una amenaza más. Los criminales que tienen acorralados a los comerciantes de la localidad de Bosa intensificaron sus intimidaciones luego del atentado ocurrido el pasado martes dentro de un asadero.
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Los propietarios de cada negocio tienen que cerrar sus locales y salir corriendo antes de las 8 de la noche. Eso sí, sin que nadie identifique cuál es su casa porque estos delincuentes están averiguando hasta el nombre de los hijos para obligarlos a darles dinero a cambio de tranquilidad.
“Son más amenazantes, dicen que si sigue esto así por día va a haber un negocio donde vaya a ser baleado. Nosotros hemos pensado en cerrar, sino que ellos ya nos tienen ubicados, ya saben quiénes son nuestras familias, es difícil salir”, manifiesta uno de los comerciantes de la zona.
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Todos están desesperados a tal punto que han pensado en adquirir su propia protección: “Por seguridad habíamos pensado en armarnos todos porque la Policía a veces se desaparece. Como ya cubren otros barrios entonces dejan la zona sola”.