Tras la salida de más de 700 indígenas de la comunidad de embera que por casi un año permanecieron en el Parque Nacional
, la Alcaldía de Bogotá comenzó las labores de recuperación y limpieza del sitio, el cual estará cerrado al público durante varios meses.
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El Parque Nacional, un emblemático lugar de la capital colombiana, entrará en una especie de cuarentena de por lo menos durante dos meses, tiempo en el cual estará totalmente prohibido el tránsito vehicular y transeúntes, debido a algunos riesgos biológicos.
Durante este tiempo, habrá una remodelación y restauración de este sector, el cual está inundado con al menos 43 toneladas de basura que fueron dejadas por la comunidad embera.
Las canchas aledañas de fútbol y de tenis también fueron cerradas.
¿Cómo quedó el Parque Nacional?
Los indígenas embera permanecieron 11 meses en el Parque Nacional, viviendo en cambuches y haciendo sus necesidades en el río Arzobispo. Tras su partida, el lugar quedó con sillas y monumentos destruidos, además de ropa, camas, latas, palos y hasta juguetes en medio de rodadores y plagas.
Para no repetir esta historia, las autoridades de la ciudad de Bogotá se comprometió a que los embera no volverán a tomarse el Parque Nacional, ofreciéndose como veedor en el cumplimiento de los compromisos que tiene la nación con esta comunidad.
En total regresaron a Risaralda y Chocó 684 indígenas. Otro grupo, conformado por 170 emberas, decidieron quedarse en Bogotá y fueron ubicados en albergues de la ciudad.
De acuerdo con la Secretaría de Integración Social, desde el año 2021 nacieron 466 niños emberas asentados en el Parque Nacional, La Florida y en el edificio La Rioja.
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