La escena de dos operarios de grúa que recogen una moto en Bogotá como si estuvieran haciendo algo indebido despierta la suspicacia de usuarios y hasta de la gente de a pie, pues el operativo se vio amañado.
Motociclistas consideran que no es falla humana o hecho aislado, sino que detrás de esta y otras inmovilizaciones hay un negocio redondo.
“Es una persecución infame contra los motociclistas”, dice Fredy Gómez, uno de ellos.
En honor a la verdad, las imprudencias de las motos en las calles no son un secreto para nadie, pero, ¿por qué las patrullas y grúas se desviven por alzar tantas motos? ¿está bien este procedimiento? ¿cómo funciona el negocio de las grúas y los patios del tránsito?
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Basta ir a los patios de Álamos para darse cuenta de cómo funciona el negocio. En menos de tres horas, el desfile de las grúas que cargaban motos superaba con creces a las que remolcaban carros.
Cada motocicleta debe pagar $125.000, mientras que los carros, solo un poco más. Es decir, para una grúa es muchísimo más rentable transportar motos. Uno de estos vehículos con planchón grande puede llevar hasta siete motocicletas, lo que suma $875.000.
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No se necesita tener más de dos dedos de frente para saber que una moto es más pequeña que un carro, entonces, ¿por qué paga casi lo mismo?
Hacia las once de la mañana ya hay represamiento en el patio. A las afueras, las mismas grúas parquean en zona prohibida mientras esperan a que les den autorización para entrar a descargar.
Un exconductor de grúa reveló a Noticias Caracol que en ocasiones hay connivencia con las autoridades: “al policía se le pagaba 10 mil”.
Así las cosas, entonces, ¿cómo funciona el negocio? Espere el segundo informe.
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