Se autodenominan la primera línea del Portal Américas o, como ellos dicen, Portal de la Resistencia. Sin temor a nada, se enfrentan prácticamente cuerpo a cuerpo con el Esmad. Aseguran que su objetivo es proteger a los manifestantes, según ellos, del accionar de la Policía de Bogotá.
“Nos vamos a parar aquí como guardia comunitaria y vamos a escoltar a los que vienen a manifestarse. Les agradecemos a la comunidad en general, que la seguridad de todos depende no solo de los escudos, de la guardia comunitaria primera línea, depende de usted que nos avise si hay un vándalo, un infiltrado o un ladrón”, dice uno de los jóvenes encapuchados.
¿Pero quiénes están detrás de los escudos improvisados y los pasamontañas en la primera línea del Portal de las Américas?
Ellos dicen que son jóvenes con edades que oscilan entre los 18 y los 33 años, y que su grupo lo conforman entre 80 y 140 personas.
Publicidad
“Somos gente, estudiantes, trabajadores, mamás, padres, somos gente que queremos un cambio. La verdad, no solo venimos a lanzar piedras, queremos realmente un cambio”, señala Samy, miembro de la primera línea del Portal Américas.
Su estructura está claramente delimitada, desde quienes sirven como escudos de defensa cuando hay enfrentamientos hasta los que obstaculizan, quienes dispersan los gases lacrimógenos, los que prestan atención de paramédicos y más.
Publicidad
Y aunque para muchos su accionar sea blanco de distintas miradas y de críticas, debido a los bloqueos, los daños al mobiliario público, al caos vial y hasta la queja de algunos vecinos cansados de no poder conciliar el sueño, estos jóvenes aseguran que combaten la violencia, de la que son víctimas y que ya no aguantan más.
“Se nos acusa de ser violentos, de ser vándalos, pero realmente lo más trascendental acá es que todos sufrimos de violencia estatal. El que un anciano de 75 años tenga que pasarse 12 horas bajo el sol para ganarse 10.000 pesos, eso es violento; que una persona trans por decidir expresarse libremente y reconocerse como tal no tenga trabajo y nadie le dé trabajo, eso es violencia; que las personas tengan que comer dos veces al día porque no alcanza para más, eso es violento”, afirma el Profe, miembro del comité de relaciones públicas del Portal de la Resistencia.
En las entrañas de la primera línea
Publicidad
Estos jóvenes hacen hincapié en que los integrantes del comité del paro que se han sentado frente al Gobierno no los representan.
“Nunca nos ha representado, nosotros seguiremos resistiendo, seguiremos apoyando las marchas, no hacemos caso en ningún momento del comité del paro”, sostiene Samy.
Publicidad
“Por eso, mientras en las calles se sigan manifestando, siga habiendo bloqueos, expresiones culturales, manifestaciones pacíficas, nosotros vamos a seguir ahí”, agrega el Profe.
También, responden a las críticas que apuntan a que son financiados por grupos externos o que apoyan a algún partido político.
“La única financiación que tenemos nosotros viene de nuestros propios bolsillos y de la comunidad, de la ciudadanía que reconoce en el accionar de primeras líneas un estandarte de lucha y de resistencia”, asegura el Profe.
“Nos estamos representando a nosotros y al pueblo que sale a manifestarse por la inconformidad de un gobierno paramilitar y la narcodictadura que estamos viviendo en este momento”, dice Inés, otra integrante de la primera línea del Portal Américas.
Publicidad
No creen en el Gobierno ni en los organismos de control, tampoco en la Iglesia ni en los políticos, cuestionan a la prensa y dicen que, en cambio, quieren construir su propio proyecto, pues afirman que ninguno de los políticos, incluida la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, los ha sabido escuchar.
“Han estado mandando delegados, personas que vienen a dilatar todo, a defender el bien público, a tratar de que las operaciones del Portal de Las Américas se restablezcan y que acá no ha pasado nada. El paro continúa”, afirma Crespo, otro miembro de la primera línea del Portal Américas
Publicidad
Piden garantías para la protesta, no descartan acciones de hecho y se preguntan de qué otra manera podrían ser escuchados.
Sin embargo, no cierran las puertas al diálogo y aseguran que, para avanzar en una negociación, necesitan garantías de no judicialización por cargos como incitación a la violencia o al vandalismo y expresamente le piden a la Alcaldía de Bogotá un lugar geográfico cercano al portal, donde puedan establecer un campamento humanitario.
El paro nacional en Colombia se inició el pasado 28 de abril.
Publicidad