Un reconocido colegio en el norte de Bogotá deberá pedirle perdón a un niño y a su familia por el matoneo escolar que enfrentó dentro de la institución por parte de compañeros que le hicieron bullying.
Los estudiantes también deberán disculparse, según un fallo de la Corte Constitucional.
El niño acosado era llamado gordo y sus compañeros usaban otros calificativos tan dolorosos que no se mencionarán por su gravedad. Además, el menor de edad era humillado, ya que le arrojaban alimentos como yogures para luego tomarle fotos que eran distribuidas en redes sociales.
Ante el matoneo escolar, el menor de edad entró en depresión y dejó de hablar.
Pese a que el caso se puso en conocimiento del colegio, este obró de manera pasiva, negligente y omisiva, según el fallo de la Corte Constitucional. El alto tribunal indicó que fueron irracionales las razones para justificar las agresiones, pues se incurrió en faltas de respeto y bromas de mal gusto.
Para el alto tribunal, la institución educativa no adoptó ninguna solución o acto preventivo frente a este caso de matoneo escolar, por lo que determinó que se repare la dignidad del menor de edad con un acto de perdón genuino del colegio y de los menores que incurrieron en el acoso.
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Además, ordenó que se capacite a los docentes para enfrentar situaciones de bullying, emprender protocolos de respuesta pronta y otorgar asistencia psicológica. Pide a los colegios del país incluir en sus manuales de convivencia programas que prevengan, atiendan y den respuesta pronta y efectiva a los casos de acoso o matoneo escolar.
La madre del menor de edad afectado dijo que “luego de dos años de un largo proceso judicial, se determinó que el colegio de Bogotá vulneró los derechos fundamentales a la vida, a la dignidad, a la integridad personal, a la salud y a la educación de nuestro hijo. Este no es un caso aislado porque en Colombia 3 de cada 5 niños sufren de acoso y ciberacoso”.
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Y recalcó que el matoneo escolar es un problema grave. “Mientras los entes del Estado y las instituciones educativas guardan silencio, la realidad es abrumadora. No saben identificarlo y mucho menos tienen las herramientas para la adecuada gestión de una ruta de protección integral. El acoso escolar mata y los niños se nos están muriendo en nuestras manos”.
¿Cómo saber si su hijo sufre de matoneo escolar?
El psiquiatra infantil Álvaro Franco definió el matoneo escolar como “acosar, molestar, estar fastidiando a los otros niños. Hay diferentes tipos de acoso. Además del físico también está el ciberacoso, a través de redes sociales pasan fotos, lo hacen quedar en ridículo, lo hacen sentir mal”.
Precisó que quienes suelen ser las víctimas “son los niños que tienen algún tipo de diferencia. Por ejemplo, niñas muy bonitas sufren típicamente el acoso por exclusión; es decir, entre las demás niñas dicen ‘no le hablemos a fulanita’, entonces la excluyen por ser diferente a los demás. A los niños que tienen obesidad también, los niños que tienen tendencias sexuales diversas. Es mucho más grave porque son niños vulnerables”.
Para identificar si el niño sufre de matoneo escolar, Franco dice que “lo más típico es que empiecen a presentar rechazo escolar, incluso pueden llegar a fobia escolar, no se quieren levantar, hablan mal de su colegio, odian el colegio; por ende, van bajando el rendimiento académico y se sienten excluidos”.
Recalca que “ellos habitualmente no hablan de que los están matoneando porque ya previamente los han amenazado”, por eso los padres “deben iniciar el diálogo preguntándole si ha sido víctima de algún tipo de acoso”.
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Pero los tutores de la casa o de la institución educativa también pueden identificar quiénes son los acosadores, porque “son niños que tienen trastorno de conducta, es hacer o pretender hacer lo que a ellos se les da la gana; es decir, no respetar los derechos básicos de los demás. Son niños montadores, con conductas agresivas. Otros niños son los que sufren algún tipo de maltrato en la casa, físico o psicológico, y se desquitan en el colegio con los compañeros más vulnerables”.
El experto recordó que “existe la ley en contra del acoso o el matoneo escolar, entonces es obligación del colegio tener la ruta, estar informados, actuar preventivamente sobre las situaciones de acoso. Muchas veces hay omisión, como pasó en este caso, entonces los padres tienen que estar alertas y defender los derechos que tienen sus hijos”.
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