La Procuraduría abrió indagación a funcionarios del Distrito tras el feminicidio de Érika Aponte, perpetrado por su expareja Cristián Rincón en el centro comercial Unicentro, en el norte de Bogotá, en el Día de la Madre.
La entidad reguladora investiga a los funcionarios de la Casa de la Justicia de la localidad de Usme “por la presunta omisión a las medidas de seguridad y protección solicitadas por Érika Aponte, ante las amenazas que sufría por parte de su pareja en reiteradas ocasiones”.
Según el Ministerio Público, “la víctima acudió a la Casa de la Justicia de Usme para solicitar acciones para cuidar su vida e integridad; por lo que se verifica si los servidores públicos atendieron el llamado de Aponte adecuadamente y si activaron las medidas apropiadas para el cuidado de la solicitante”.
“La Procuraduría busca esclarecer los hechos que son objeto de investigación y se ordenó la práctica de las pruebas necesarias en las entidades para conocer las acciones llevadas a cabo”, agregó.
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El 15 de mayo, un día después del feminicidio de Érika Aponte, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, dijo que la joven madre fue asesorada y se le brindó la posibilidad de una casa refugio, opción que ella no aceptó.
Lo anterior porque Érika Aponte ya se había ido a vivir al municipio de Soacha, en Cundinamarca, con su papá y hermana.
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Sin embargo, según manifestó, su hijo de 8 años se quedó en la casa de sus abuelos paternos, donde ella vivía con Cristian, porque no le permitieron sacar al menor de edad.
Según Claudia López, luego de acudir a la Casa de la Justicia, Érika Aponte tomó contacto con la Comisaría de Familia para denunciar a su expareja.
“La Comisaría de Familia le impartió ese mismo día cuatro medidas de protección que le informó a la Policía de Soacha, que fue donde Érika reportó que estaba viviendo”, dijo la mandataria.
Las medidas de protección
de la Comisaría de Familia para Érika Aponte fueron:
- Conminar al señor Cristian Camilo Rincón a que cesara los actos de intimidación y violencia contra Érika.
- Que cesara la instrumentalización de su hijo.
- Que no podía acercarse a Érika ni a su hijo en la vivienda donde reportaron, que era Soacha, y tampoco en su lugar de trabajo.
No obstante, Érika Aponte fue asesinada en la pizzería donde laboraba.