Los hermanos David Camacho, de 29 años y auxiliar de enfermería, y Yeiron Camacho, de 34 años y conductor de ambulancia, viajaban el pasado domingo en su motocicleta para encontrarse con un grupo de moteros. Sin embargo, sobre las 5 de la mañana, cuando se movilizaban por la avenida Villavicencio, en Bogotá, un hueco provocó que su moto se deslizara y quedaran debajo de una tractomula, lo que les ocasionó la muerte de manera inmediata.
Sus compañeros, amigos y colegas les rindieron un sentido homenaje. Con velas y fotografías puestas sobre el hueco que provocó el fatal accidente, conmemoraron sus nombres y la labor por la que siempre fueron reconocidos.
“Lo alegres que eran, se la pasaban jugando, eran dos hermanos muy unidos, inseparables. Para donde iba uno iba el otro, muy alegres esos muchachos, a mí me alegraban mucho la vida cuando me los encontraba en el hospital”, contó Julio César Pulido, compañero.
“(David) un hombre puesto en su lugar, con metas, como cualquier hombre a su edad. Siempre buscaba la manera de hacer las cosas bien, perfeccionista, entregado, responsable, polo opuesto de Yeiron, que era vivo, recochero, sobreprotector y gran compañero”, expresó Karen Mora.
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El año pasado en Bogotá murieron 4.312 personas por accidentes de tránsito en motocicleta. Los huecos son uno de los causantes de gran parte de los siniestros en este tipo de vehículos.
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