El COVID-19 sigue causando tragedias en Colombia, donde ya han muerto más de 100.000 personas como consecuencia de la enfermedad. César García es uno de los afectados, pues el coronavirus se llevó a sus padres y también, por poco, le arrebata la vida a él.
“En la clínica estuvo unos días a la espera de una UCI y, dos días después, mi mamá empeoró completamente con una saturación muy mínima. Mi mamá sí entró directamente a UCI y la intubaron de inmediato, con la triste noticia que mi papá fallece y mi mamá, dos días después, yo estando en la clínica y hospitalizado", dijo.
César aseguró que, cuando se contagió, llegó el punto en el que "ya no podía respirar" y salió “corriendo para la clínica".
“Llegué, me hicieron el triage y automáticamente me dijeron ‘está hospitalizado y necesita oxígeno de inmediato’", afirmó.
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Estuvieron en el mismo hospital, padres e hijo, luchando contra el coronavirus COVID-19. César sacó fuerzas de donde pudo y logró vencerlo, pero al recuperarse se enteró de la muerte de sus padres.
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“La verdad, yo era de los que decía que eso no me iba a dar y fue, no sé si la energía que le metí, las ganas de ver a mis papás bien, las ganas de ver a mi hijo, lo que me hizo salir adelante, porque llega un punto donde uno desfallece y dice ‘esto está muy teso’. Los dolores son muy brutales, el sentir asfixia y el no poder respirar por uno mismo es algo muy tremendo", relató.
Hoy, tras vivir la crueldad del COVID-19, hace una sentida y trascendental reflexión.
"La salud es lo más importante, es estar bien de salud y lastimosamente nos cogió en un momento en el que pensábamos que no nos iba a dar eso, pensábamos que éramos unas personas muy sanas, mi mamá nunca presentó ninguna enfermedad y yo nunca", aseguró.
El padre de César, de 65 años, había recibido solo una dosis de la vacuna y su madre, también de 65, no alcanzó a ser vacunada. El llamado es a mantener las medidas de bioseguridad, para que el COVID-19 permanezca lejos.
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