Desde el Hospital de la Policía se dio la mañana de este viernes, 9 de junio, el parte médico del patrullero John Freddys Rodríguez Sandoval, herido con una papa bomba frente a la Universidad Nacional, en medio de disturbios. El uniformado se encuentra en coma inducido.
Uno de los médicos tratantes del policía, miembro de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO, antiguo Esmad), informó que Rodríguez “sufrió un trauma contundente en la región del hemitórax derecho, se le produjo una contusión pulmonar, probablemente un sangrado pulmonar, e igualmente presentó lesiones en la región cervical y en la mandíbula, presentando fracturas y lesión de tejidos blandos que lo tienen en este momento comprometido”.
Agregó que el uniformado “continúa bajo pronóstico reservado y está en coma inducido para proteger su estado neurológico”.
“Tenemos hoy a un patrullero entre la vida y la muerte, muy grave, bajo pronóstico reservado”, dijo la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, al repudiar el ataque perpetrado por violentos que se infiltraron en la Universidad Nacional.
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La mandataria capitalina reiteró que “lo ocurrido el día de ayer no tiene nada que ver con los estudiantes ni con la comunidad universitaria de la Universidad Nacional, no era ninguna protesta social, ni movilización estudiantil”.
“Fue un grupo violento, armado, que sabemos es de las disidencias de las FARC, de un tal movimiento bolivariano, que ingresa a la Universidad Nacional, que provoca que la Universidad Nacional, con razón, tenga que pedirle a la comunidad universitaria a que desaloje la universidad impidiéndoles a los jóvenes estudiar para protegerlos y ponerlos fuera de cualquier peligro”, agregó.
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Su único propósito era “causar violencia, usar artefactos criminales y explosivos para atentar contra la vida de nuestros ciudadanos y policías”, sostuvo.
Un video captó el momento en que el patrullero Rodríguez fue alcanzado por la papa bomba que fue lanzada desde la Universidad Nacional, cayendo desplomado al piso. Los compañeros del uniformado corrieron para rodearlo, protegerlo y retirarlo para que pudiera ser atendido por las heridas sufridas.
El uniformado herido, de 31 años, era el asignado a llevar el extintor para apagar las llamas que se generen por las papas bombas lanzadas desde la Universidad Nacional, así como para socorrer a compañeros que se vean en riesgo.
La Secretaría de Seguridad de Bogotá y la Policía Metropolitana anunciaron una recompensa de hasta 20 millones de pesos
para quien brinde información que permita la identificación y captura de los responsables del ataque al policía, “una persona valerosa, un policía con más de 9 años en la institución, que atendiendo estas acciones de vandalismo, estas acciones violentas, ha resultado gravemente lesionado. Por eso, rechazamos contundentemente (los hechos) y estamos acompañando a su familia”, señaló la fuerza pública.