El pasado 22 de diciembre, la patrullera Ana, de la Policía Metropolitana de Bogotá, se encontraba rondando el barrio El Tintal en la localidad de Kennedy cuando recibió una llamada de emergencia que cambiaría su vida para siempre. Un ciudadano había encontrado a una bebé recién nacida abandonada en un contenedor de basura y alertó a la oficial.
Sin dudarlo, Ana se dirigió al lugar y encontró a la pequeña, que apenas tenía unas horas de nacida, envuelta en una bolsa negra entre los desechos. La patrullera, conmovida por la situación, tomó a la bebé en sus brazos y la trasladó de inmediato a un centro de salud cercano. "Cuando la cargué, empezó a llorar y sentí que estaba viva. De inmediato la llevamos a recibir atención médica", relató Ana.
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La bebé, que ahora se encuentra en óptimas condiciones, fue nombrada Ana Lucía por la patrullera, en honor a su propio nombre y al de su compañera que la acompañó en el rescate.
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El deseo de adoptar a Ana Lucía
Desde el momento del rescate, la patrullera Ana ha expresado su deseo de adoptar a la bebé. "Me gustaría que su nombre fuera Ana Lucía. Ana, por mi nombre, y Lucía, porque es el de mi compañera que estuvo aquí apoyándome, y porque significa luz, esperanza para todos", comentó la oficial.
Ana, quien no tiene hijos, siente una conexión especial con la bebé y está dispuesta a darle un hogar lleno de amor y cuidado. El proceso de adopción en Colombia es riguroso y está diseñado para garantizar el bienestar de los menores.
La patrullera deberá pasar por varias etapas, incluyendo evaluaciones psicológicas y sociales, para demostrar su idoneidad como madre adoptiva. Sin embargo, su determinación y amor por la pequeña son evidentes, y espera poder brindarle una vida mejor.
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Estado actual de la bebé rescatada en Kennedy
Actualmente, la bebé permanece en el hospital mientras se determina su futuro. Las autoridades están investigando el caso y han identificado a la madre biológica, una adolescente de 15 años que dio a luz en su hogar sin asistencia y posteriormente abandonó a la bebé. La comunidad ha mostrado un gran interés en el bienestar de la pequeña, y muchos apoyan el deseo de Ana de adoptarla.
El proceso de adopción en Colombia
- Etapa administrativa: el proceso de adopción en Colombia comienza con la presentación de la solicitud ante el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) o una institución privada acreditada. Los solicitantes deben proporcionar documentos y certificaciones, y participar en talleres de preparación para la adopción.
- Evaluación de idoneidad: los solicitantes son sometidos a una rigurosa prueba por parte de un equipo psicosocial. Esta etapa incluye entrevistas, visitas domiciliarias y la aplicación de pruebas psicométricas para asegurar que los futuros padres adoptivos sean aptos para cuidar de un menor.
- Etapa judicial: una vez que se ha otorgado la idoneidad, un juez determina que el niño es hijo de los padres adoptivos en todos los términos de la ley. Este proceso legal finaliza con la sentencia de adopción, que formaliza la relación entre el menor y sus nuevos padres.
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La importancia de la adopción en casos de abandono
El caso de Ana Lucía no es aislado. Según datos de la Policía Metropolitana de Bogotá, en lo que va del año se han rescatado 91 menores en situaciones de riesgo y se han recuperado cerca de 201 niños abandonados. Los números reflejan una problemática grave de abandono infantil en la ciudad y subrayan la importancia de la adopción como una solución para brindar a estos menores una segunda oportunidad.
Según el Ministerio de Justicia , si tiene conocimiento de casos de abandono infantil, los testigos deben reportarlo al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) llamando a la línea gratuita de atención (57 1) 01 8000 91 80 80 y proporcionando la información necesaria para realizar el rescate.
La adopción no solo ofrece un hogar seguro y amoroso a los niños abandonados, sino que también les proporciona estabilidad emocional y oportunidades de desarrollo que de otro modo no tendrían. Las autoridades y organizaciones de bienestar infantil trabajan arduamente para encontrar familias adecuadas para estos menores y asegurar que crezcan en un entorno saludable y protector.
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