Ante el acelerado aumento de contagios por COVID-19 en Bogotá y con una ocupación de unidades de cuidados intensivos superior al 91%, en la capital se mantendrán las medidas restrictivas adoptadas por el Distrito con el fin de frenar el avance del tercer pico de la pandemia. La ley seca y la suspensión de clases presenciales irán hasta el 9 de mayo.
“Todas estas medidas sociales, dolorosísimas, sin duda, lo que buscan es disminuir la demanda y la indisciplina social es una irresponsabilidad no solo con las personas que participan en ella, sino para toda la sociedad”, dijo Alejandro Gómez, secretario de Salud de Bogotá.
Dependiendo del comportamiento del virus en cuanto a contagios, el jueves, 29 de abril podrían cambiar algunas medidas, después de un nuevo comité epidemiológico para evaluar la curva que viene en aumento.
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Transmilenio, por su parte, aseguró que al corte operacional del lunes se movilizaron 2.090.720 usuarios, con una reducción del 48% en comparación con el año pasado. Sin embargo, algunos usuarios no notaron la diferencia.
“Aquí no respetan absolutamente nada de proximidad ni alejamiento. No hay nada. Parece ser que Transmilenio no tiene problemas con el COVID”, dijo Martín Ortega, habitante de Bogotá.
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Por último, la Alcaldía no prestará escenarios deportivos de la capital hasta el 9 de mayo para evitar aglomeraciones a las afueras, como la ocurrida el fin de semana alrededor del estadio de Techo, en el sur de la ciudad.