Panorama difícil para embalses que abastecen a Bogotá: niveles de agua siguen disminuyendo

Bogotá continúa en racionamiento de agua debido a la capacidad reducida de los embalses que abastecen a la capital. Según un informe de la CAR, el derroche de agua ha aumentado a medida que los niveles de las represas no se han recuperado, principalmente por la falta de lluvias que no cubre la demanda.El embalse de Chingaza se encuentra por debajo de los niveles críticos necesarios. El último reporte de la CAR indica que su nivel es del 47,95%, y que su meta es alcanzar un 23% más para octubre de este año.Medición presentada del embalse Chingaza por la CAREn el embalse de Chingaza, se utilizan nueve regletas medidoras para monitorear los niveles de agua. En condiciones normales de verano, el nivel de agua se sitúa en la posición más alta que indica una situación estable. Sin embargo, actualmente los niveles están tres medidas por debajo de este punto, indicando condiciones extremas de sequía.Alfredo Ballesteros, director de la CAR, explica: “Se avecinan meses de temporada seca en la cuenca de la Orinoquía, que abastece los embalses de Sisga, Tominé y Chuza. Si no se registran precipitaciones significativas en los próximos meses, estos embalses seguirán disminuyendo, lo que nos obligará a tomar medidas, como la restricción de concesiones para usos agrícolas, agropecuarios e industriales”.El panorama debido a los bajos niveles de escasez de aguaLos embalses del agregado norte, que incluyen Neusa, Sisga y Tominé están al 56,20% de su capacidad, en descenso. En contraste, los embalses del agregado sur, Chisacá y La Regadera, se mantienen en un nivel estable del 90,50%. Sin embargo, la situación más crítica se encuentra en el sistema Chingaza, que suministra el 70% del agua a Bogotá, con un nivel del 47,95% en Chuza y San Rafael.En el último año, la reposición hídrica ha estado por debajo del 50% de la media, resultando en una preocupante reducción de los niveles de agua almacenada. Desde hace 22 días no se registran lluvias en el agregado de Chingaza y las escasas lloviznas no son suficientes para mantener el nivel del sistema.Actualmente, el nivel del agregado disminuye 2 centímetros por hora debido al alto consumo en la capital, que supera los 16 metros cúbicos por segundo. La falta de políticas de conservación eficientes y el uso irresponsable del recurso hídrico han agravado la situación. En algunas áreas, la demanda de agua excede la capacidad de los embalses para reponerse, intensificando el problema.