Los padres de los menores de edad involucrados en el robo a un futbolista, dentro de un alimentador de Transmilenio, presentaron a sus hijos ante la Policía de Infancia y adolescencia.
Así lo confirmó la Policía Metropolitana de Bogotá y recalcó que los jóvenes tendrán que responder por los hechos y se les restablecerán sus derechos, al tratarse de menores de edad.
El asalto ocurrió en la madrugada del domingo, 18 de febrero. John Mahecha, la víctima, se dirigía a un partido de fútbol y un grupo de inadaptados se encontraba dentro del bus.
Minutos después, dos de los adolescentes se le acercaron, lo intimidaron, lo agarraron del cuello y comenzaron a tratar de quitarle sus pertenencias.
🚨#Atención | Los menores involucrados en el hurto a un pasajero del SITP, fueron presentados voluntariamente ante la Policía de Infancia y Adolescencia por sus padres, con el fin de restablecer los derechos de los mismo y que respondan por los hechos cometidos. pic.twitter.com/wILDUdiTXH
— Policía Metropolitana de Bogotá (@PoliciaBogota) February 21, 2024
Al notar que Mahecha se resistía, otros menores forcejearon con él y lo golpearon brutalmente, dejándolo tendido en el piso del alimentador de Transmilenio.
Publicidad
El ciudadano habló con Noticias Caracol Ahora y dijo que denunció el hecho, pero no sirvió de nada, ya que los agresores eran menores de edad.
La víctima narró que “cuando el que tiene el cuchillo me agarra por el cuello, yo intento hacer resistencia para que no me haga tanta presión, porque estaba casi que asfixiándome, pero con la otra mano saca el puñal y me lo pone en el pecho; ahí mismo mi reacción es agarrar el filo previniendo un posible chuzón”.
Publicidad
En una publicación desde la cuenta de Facebook, John manifestó: “Los personajes de atrás comienzan a mirarse y hablarse entre todos, en el video se ve que se paran las dos primeras bellezas y una muchacha que inicialmente se había sentado adelante le pasó el cuchillo al man para que me interceptara a mí.
En Noticias Caracol Ahora, Maecha aseguró que le dieron golpes en las costillas y la espalda y que “el conductor del alimentador empezó a pitar al CAI de Techo”.
Fue ahí que el grupo abrió las puertas del bus y, dice John, “a mí me dejaron ahí tirado, me dieron un golpe en la cabeza que me dejó noqueado”.