Se desató una crisis entre el operador de los cementerios del Distrito y la Unidad Administrativa de Servicios Públicos (UAESP) en Bogotá. Hay zozobra, pues el operador dice que dejaría de prestar los servicios funerarios.
En un giro preocupante para la ciudad de Bogotá por un pleito judicial, los cuatro campos santos distritales de la capital colombiana (el Cementerio Central, el del Norte y Sur y el Cementerio Serafín), enfrentan la posibilidad de suspender sus operaciones a partir del próximo 3 de octubre, esto por señalamientos de la UAESP por presuntos casos de irregularidades en la prestación de servicios funerarios.
“Esto es un tema muy delicado. Es disponer cuerpos, es inhumar, exhumar y cremar cuerpos, tiene que hacerse de manera correcta”, señaló Juan Carlos López, director de la UAESP.
La UAESP ha alertado por el hallazgo de 44 presuntos incumplimientos por parte del operador de estos campos santos. Entre las anomalías detectadas se incluye la realización de cremaciones e inhumaciones sin el debido cumplimiento de los requisitos legales.
La UAESP enfatizó en que el operador de cementerios no puede abandonar la prestación de servicios sin una orden expresa por parte de la entidad. Esta confrontación entre las partes ha llevado a que se mantengan conversaciones para determinar el destino de los servicios funerarios en una audiencia programada para el 3 de octubre.
El objetivo principal de esta es evitar una crisis de salud pública en la ciudad.
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Con un total de 1659 inhumaciones, cremaciones y exhumaciones realizadas de enero a agosto de 2023 en estos cuatro cementerios, aún está en duda el futuro de la operación.
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