Entre semana hay unas 1.600 y los sábados y domingos pueden llegar a ser hasta 3.500. Más del 40% de ellas, según autoridades, tienen parásitos y viruela.
Gloria Sandoval, directora del Instituto de Protección Animal, explica que se adelanta una campaña de sensibilización para entender el impacto de tener una concentración de palomas en el centro histórico de Bogotá.
Cuando lo aceptable es que haya 5 palomas por metro cuadrado, hoy en día se pueden contar 33 en ese espacio. Esto está directamente relacionado con la oferta alimenticia.
El problema de tantas aves, en especial de esta especie, es que muchas presentan algún tipo de enfermedad.
“Puede haber un problema de salud pública veterinaria porque al haber tantas enfermedades estas se pasan fácilmente de una a otra”, dice la directora.
Además, en su proceso de adaptación, las palomas están tomando elementos como cables, pelos o material de polisombra para hacer sus nidos. Sin embargo, una de las prácticas más perjudiciales es el hecho de que picoteen las bolsas de basura, ya sea para alimentarse o para hallar materiales.
Ante esta problemática, el Instituto de Protección Ambiental empezó a recoger algunas palomas para hacerles análisis y, en algunos casos, curarlas.
Gloria Sandoval afirma que al no alimentarlas “las palomitas no se van a morir de hambre”, pues tienen la capacidad de buscar su propio alimento, algo más apto como semillas o insectos.
“Lo que pasa es que nosotros las atrajimos a nuestro entorno, en este caso a la Plaza de Bolívar con nuestros comportamientos. Es culpa de las personas”, reconoce. Explica para este caso que en las fotos de los años 50 no se veían palomas y que atraerlas para tener visitantes “se convirtió en una explotación para el turismo”.
Ahora, casi 70 años después, dice Sandoval que “lo que queremos es evitar la sobrepoblación y la concentración de palomas en ese lugar”, todo basado en un estudio de 5 meses con biólogos, veterinarios y con parámetros de protección y bienestar animal.
Sobre las personas que se dedican a vender maíz en el sitio, explica que han aceptado una conversión laboral.
Y ante la pregunta sobre si es posible darles maíz con esterilizante, la directora dijo: “hoy en Colombia no existe el permiso del ICA para poderles dar ese alimento, entonces no podríamos hacer el experimento con las palomas. Vivimos en un país con una biodiversidad y no podríamos por proteger a unos animales desproteger a otros”, es decir, cabe la posibilidad de que esos químicos sean consumidos por otros animales.
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Updated: septiembre 28, 2018 10:35 a. m.