Claudia López, alcaldesa de Bogotá, endureció la ley seca para este fin de año: a partir de la madrugada del 31 de diciembre y hasta la medianoche del primero de enero se prohíbe la venta de licor en la ciudad. Ni restaurantes ni domiciliarios podrán suministrar estas bebidas.
"Menos licor, mayor cuidado en bioseguridad; menor licor, menos lesiones; menor licor, menos riñas; menor licor es menor riesgo para la vida", sostuvo la mandataria de los capitalinos.
El Distrito aclaró que se mantiene el pico y cédula hasta que mejoren las condiciones epidemiológicas pues -según autoridades y expertos en salud- la ciudad está pasando por el segundo pico de la pandemia al registrar entre 2.000 y 5.000 casos diarios.
Aunque Claudia López descartó decretar la alerta roja hospitalaria, pidió a los ciudadanos endurecer las medidas de autocuidado.
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"Tenemos hoy un 72% de ocupación de UCI, creemos que vamos a estar más o menos en ese nivel en el transcurso de esta semana y que la otra semana empezará lentamente a descender", sostuvo.
Asimismo, envió una recomendación a quienes viajaron en esta temporada y van a regresar a Bogotá.
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“Para quienes salieron de Bogotá y están regresando, les vamos a rogar que esa semana procuren quedarse trabajando y estudiando en casa, verifiquen la evolución de síntomas. No sabemos, pero necesitamos saber, si de repente están llegando contagiados”, apuntó.
Se espera que pronto quede definido el cronograma de vacunación para Bogotá en 2021.