El Gaula de la Policía le sigue la pista a un grupo de extorsionistas que tienen atemorizados a varios comerciantes de Soacha, en Cundinamarca. A través de llamadas telefónicas desde centros penitenciarios se hacen pasar por grupos armados y los amenazan con atentar contra sus vidas.
Así quedó consignado en una conversación:
Extorsionista: Una colaboración de 60 cajas de munición calibre 9 milímetros para pistola especial automática.
Víctima: Señor yo no sé dónde conseguir eso, es muy difícil.
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Extorsionista: Dígame con cuantas cajas nos colabora, cada caja vale 220 mil, sino las puede conseguir nos las cancela.
Ante la negativa, el extorsionista aumenta las amenazas: “Lo que yo no quiero es de pronto convertirle el establecimiento en cenizas o directamente pues replicarle 9 milímetros a cualquiera de su núcleo familiar y ponerla a invertir a usted en un cajón, que le va a valer entre 3.500.000 o 4 millones en cualquier funeraria y le va a salir más costoso y más doloroso”.
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Y las intimidaciones van escalando: “con usted nos va a tocar ir y echarle guante a cualquiera de su núcleo familiar a ver si de pronto cuando yo le tenga a su papá o a su mamá, por aquí amarrados con una cadena de 3 x 3 en la nuca, también me va a decir lo mismo"-
Antes de pagar algún dinero, este comerciante dio aviso al Gaula, así como otros dueños de negocios de la zona.
La Policía de Cundinamarca estableció que la llamada fue realizada desde un centro penitenciario en el departamento del Cesar y corresponde a la modalidad donde se hacen pasar por grupos armados para intimidar a sus víctimas y obtener dinero.
Las autoridades insisten en que ante cualquier extorsión, los ciudadanos denuncien en la línea 165.
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