Yesenia Martínez es terapeuta ocupacional y dice que desde hace un año y medio tiene la valiosa oportunidad de trabajar con habitantes de calle.
"Ha sido un trabajo gratificante, un trabajo que me ha dado más de lo que yo he contribuido como profesional, me ha permitido aprender”, cuenta Martínez.
Desde que inició la pandemia se propuso dar lo mejor para ayudar a las personas que necesitaban apoyo en medio del aislamiento, arriesgando hasta su salud.
"Yo nunca tuve fiebre ni tuve tos ni tuve desaliento ni tuve ningún problema respiratorio, simplemente me dolía la cabeza y creí que era un tema de estrés o de trabajo”, recuerda.
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Sin embargo, luego dio positivo para coronavirus y, al contar su historia, hace un llamado para no discriminar a las personas y a sensibilizarse para aportar con los ciudadanos habitantes de calle.
“No es un pecado tener COVID-19, no es algo que hayas querido hacer sino que simplemente es algo que va a pasar y que en algún momento nos puede pasar. Estamos enseñados a no tenerlo y estar preparado para no tenerlo, pero nadie nos dice qué hacer cuando estas contagiado", dice.
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Agrega que quiere regresar pronto a su trabajo para apoyar a sus compañeros y a las personas vulnerables.
Contando a Yesenia, son 11 los funcionarios de la Secretaría de Integración Social que presentan sus servicios en el hogar de paso Bakatá que dieron positivo para COVID-19 y están aislados en sus casas.
Según Integración Social, hay registro de 20 habitantes de calle con COVID-19 , 4 están hospitalizados y 16 en seguimiento epidemiológico.