Miguel Parra hackeó las redes de su pareja y la hizo sentir culpable por las peleas, dijo jueza

La jueza 69 con función de garantías decidió enviar a la cárcel a Miguel Camilo Parra, el hombre que agredió con un hacha a Ángela del Pilar Ferro. Según la togada, el hombre no solo representa un peligro para la sociedad, sino también para la víctima y su hijo.Por cerca de cinco horas, tanto Fiscalía como Procuraduría y la representación de víctimas expusieron sus motivos para que el señalado delincuente fuera asegurado en prisión, argumentos que fueron acogidos por la jurista, que reveló otro tipo de agresiones de los que estaba siendo víctima la mujer desde hace varios meses.“Hackearle las redes sociales, revisar su celular y los mensajes haciéndola sentir culpable por las discusiones que mantenían, diciéndole cosas como ‘tú te lo buscaste’ y que, incluso, en una oportunidad la empujó a la cama siendo este el detonante de la decisión de abandonarlo”, detalló la jueza.Agregó que Miguel Camilo Parra usó de forma inmisericorde “un arma poco convencional, exótica herramienta que no va a la saga de su poder destructor para ser más letal la agresión (…) la intensidad del dolo, un alto grado de insensibilidad social o de falta de respeto hacia sus congéneres”.Sin embargo, el abogado defensor sostuvo que no se trató de un ataque con hacha, sino de un forcejeo en el que sufrió algunos golpes.Agregó que su cliente, en el tiempo que se mantuvo oculto, no trató de huir y que su cambio de aspecto obedeció a que quería entregarse a las autoridades.“Lo queríamos presentar ante la Fiscalía. También fue voluntad de él que se cortara el cabello, que se quitara la barba, inclusive que se pusiera un vestido de paño, que se pusiera corbata para causar una mejor impresión (…) Amaba a Ángela Ferro, la ama, por eso él se sintió muy mal”, afirmó.El argumento fue desestimado por la jueza, que consideró que tanto el cambio de aspecto físico como la huida y el cambio de teléfono celular, entre otros, solo era indicativo de su intención de fugarse para no responder por lo que le hizo a su pareja.