Protestas como la registrada en el colegio El Ensueño, en Ciudad Bolívar, donde fue necesaria la presencia del Esmad, y otra ocurrida recientemente en el colegio Nuevo Chile, en Bosa , y que terminó con graves destrozos a la institución por vandalismo, tienen un hilo conductor en el que trabajan las autoridades de Bogotá.
Según la línea de investigación, no se trata de hechos aislados. Tras la captura de alias ‘19’ , ‘Calarcá’, ‘Z11’, ‘el Gato’, entre otros instigadores de los disturbios del 2021, nuevos liderazgos empezaron a surgir para captar nuevos escenarios y nuevos públicos como los colegios y estudiantes.
“Estas unidades de terrorismo urbano tienen unas primeras líneas, tienen una serie de derivaciones que vamos a seguir viendo durante mucho tiempo y es, por supuesto, una serie de núcleos y estructuras urbanas que van a ir, entre otras bases, como los colegios y los distintos espacios donde pueden captar jóvenes para esta causa”, asegura Iván Díaz, experto en seguridad nacional.
En la mira de las autoridades hay por lo menos seis personas pertenecientes a las llamadas primeras líneas de Kennedy y Bosa, que estarían perfilándose en estos nuevos escenarios de protestas.
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Lo complejo en este escenario es la disyuntiva que hay entre Alcaldía y Policía y el papel que debe cumplir la fuerza pública.
“Permitir que la fuerza pública intervenga con los límites al poder, con los límites a la intervención, pero hay que garantizar el orden público de la comunidad, de la sociedad que no delinque”, afirma Juan Trujillo, experto en seguridad de la Universidad Manuela Beltrán.
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Por estos actos de instigación y promoción de violencia, estas personas podrían ser acusadas de concierto para delinquir.