El dolor es imposible de ocultar. Los ojos de don Luis Arnoldo reflejan la tristeza de una familia humilde del municipio de Pueblorrico , Antioquia, que hoy como consecuencia de la violencia despide a uno de sus más grandes tesoros, al patrullero Edwin Arnoldo Caro.
“Edwin, mi hijo, para mí no solamente era un hijo, él era mi hermano. Hablábamos como un par de hermanos, me aconsejaba si le tocaba, era muy ejemplar a pesar de la edad. Era ejemplar, muy serio, no tenía vicios”, cuenta don Luis Arnoldo.
Como padre, no aceptaba la idea de que Edwin Arnoldo hiciera parte de la Policía, pero pudo más su amor para acompañarlo en el camino de sus sueños.
“Lógicamente, yo no estaba muy de acuerdo por el peligro (…), a mi hijo lo mataron sin que él sacara el arma”, afirma.
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Con profundo dolor, cuenta el momento en que su hijo menor, amante de los caballos, le confesó que tenía sus propias metas.
“Me dijo: padre, no me gusta esta profesión, ni la del campo, yo voy a pagar servicio a ver qué resuelvo. Estudió, estuvo varios días en la universidad y de allí salió con el dilema de qué quería ser. Él siempre soñaba ser policía; me duele mucho porque el dolor es mucho, pero me siento orgulloso que mi hijo murió sirviéndole a la patria”, añade.
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Hermano del patrullero Edwin Arnoldo Caro le rindió homenaje:
Con ese mismo orgullo y a la vez con nostalgia, recuerda cómo hace 20 días el patrullero le confesó que su mayor reto en la vida era ver a sus padres siempre felices.
“Me dijo: padre, me compré una moto, usted tiene bestia; yo los voy a sacar adelante, lo voy a sacar a usted del campo (…) para que no se mate más trabajando. No me voy a casar, me voy a quedar solo; era una belleza”, dice el orgulloso padre.
En Pueblorrico, la tierra que lo vio nacer, también lamentan lo ocurrido.
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“Desafortunadamente estos jóvenes campesinos que a punta de trabajo, con mucho esfuerzo, logran cumplir sus sueños para que lleguen unas personas a frustrar estos sueños tan anhelados de unas familias”, afirma Carlos Arturo Quintero, alcalde de Pueblorrico.
Edwin Caro , cuenta su papá, soñaba con hacer de Colombia un mejor país para cumplir otro de sus grandes anhelos, tener una nueva casa.
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