La entrega y el sacrificio son características de una madre que se mezclan con la esperanza, la fe y el optimismo, así son los días de Milena Medina, una mamá de mellizos con parálisis cerebral.
Esta madre debió cambiar sus planes tras conocer el diagnóstico de sus hijos, pues descubrió que los mellizos Isabella y Manuel tenían parálisis cerebral espástica, una condición que se suma a la cuadriplejia del niño.
Milena narra que “la única persona que les puede ofrecer salir adelante y que ellos sean independientes, y nuestro sueño es que ellos caminen, soy yo".
Esta madre dejó su trabajo como asesora de cobranza para cuidar a sus hijos.
Publicidad
Pero ella no está sola, gracias al trabajo en equipo que hace con su esposo, Ronald Fernández Ortíz, ambos se las han ingeniado para ayudar a los menores.
Ronald sale todos los días a las 4:00 a.m. para tomar un turno largo como taxista y conseguir el dinero que necesita su hogar.
Publicidad
Cada aprendizaje que adquieren Isabella y Manuel para sus padres es “espectacular”. Dicen que “cosas que para muchos son ‘pequeñas’ para nosotros son grandísimas", como, por ejemplo, cuando la niña dijo su primera palabra o como cuando su hermano apagó una vela por primera vez.
Dicen que una madre daría la vida por sus hijos pero, en realidad, la entregan desde que sus pequeños nacen. Así lo confirma Milena, una mujer que dejó su trabajo luego del nacimiento de sus mellizos, quienes viven con parálisis cerebral espástica.
— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) May 14, 2023
Más en https://t.co/yqNEZK7rZ3 pic.twitter.com/IMYwXTvAGX
Se las deben ingeniar para que los menores sigan sus terapias
Mientras que Ronald sale a trabajar, Milena lleva a Isabella y a Manuel al jardín y luego a las terapias fisioterapéuticas, pero debido a un malestar de gripa que tienen estos mellizos, no han podido salir de la casa.
El ingenio y creatividad de Milena salieron a relucir para que los niños hagan el ejercicio que requieren. Con un balde, unas tapas, un cordón y unos palos, crea rutinas para los menores.
Publicidad
“Trato de ponerlos en actividades que no requieran de mi compañía para yo poder hacer las cosas, si no, no haría nada en el día", explica Milena.
Para la movilidad de Isabella y de Manuel también son claves unos gimnasios que recibieron hace unos meses de Unidos para sonreír, una fundación que trabaja con niños con parálisis cerebral.
Publicidad
Para esta madre, estos gimnasios no solo han sido de gran ayuda para la terapia física de los niños, también para la parte psicológica.
En vísperas de celebrar el Día de la Madre, Milena siente que ya tiene su regalo: “Un día con ellos, siempre estar con ellos, ese es el mejor regalo. Sobre todo que gocen de salud, porque el tener dinero, el estar bien, tener lujos, eso no lo compra. Mientras tú tengas salud, tú puedes hacer todo".