Cada día se conoce un nuevo y doloroso crimen por el robo de celulares en las calles del país: el más reciente, el del joven y promesa del fútbol Miller Stiven Falla, de solo 15 años, en Bogotá.
Antes existía la idea de que los delincuentes robaban y escapaban, pero ahora matan a sangre fría a su víctima, roban y huyen. Desde hace más de dos meses entró en vigor en el país laley de Seguridad Ciudadana que creó nuevos delitos y endureció lar normas, pero sigue ocurriendo que el 80% de las personas capturadas por el hurto de celulares quedan en libertad, dice el general Eliécer Camacho, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá.
Andrés Nieto, experto en seguridad, pasó al tablero de Noticias Caracol para explicar qué ocurre en materia del hurto de celulares y por qué sigue siendo tan rentable. Nieto lo resume de manera alarmante en una frase:
Es más rentable hoy para un delincuente salir a hurtar un celular al día que estar en un trabajo formal donde va a ganar el salario mínimo.
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A diario se hurtan más de cuatro mil celulares.
“La Policía está haciendo su trabajo, incluso los fiscales, el problema es de toda la cadena”, agrega el experto.
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De cada 10 capturados, seis son reincidentes y de cada 10 que están al interior de las cárceles, tres ya habían estado presos.
“El problema es la sobrecarga que tienen los jueces y fiscales. Hablamos de que lo que hace un juez o un fiscal en Colombia lo harían seis en Argentina. Se ha triplicado el trabajo en los últimos ocho años, sin garantías de presupuesto. Tenemos un déficit del 40 por ciento para que la justicia funcione”, dice Nieto.