Se cumplieron 10 años del llamado carrusel de la contratación y Germán Pabón, el primer fiscal que investigó este multimillonario robo a Bogotá , revela detalles de las minuciosas pesquisas que hasta el momento han dejado 37 condenas, entre las más relevantes la del entonces alcalde del Distrito, Samuel Moreno Rojas.
Pabón relató cuál fue la reacción del exalcalde al verse acorralado por la Fiscalía y habló hasta del multimillonario intento de soborno que llegó a su escritorio para que desviaran las investigaciones.
Él fue el hombre que como fiscal segundo delegado ante la Corte Suprema de Justicia, uno de los más altos cargos de la Fiscalía, desenredó la mayor parte del andamiaje delictivo conformado por el exalcalde de Bogotá, Samuel Moreno, su hermano Iván Moreno y más de una decena de funcionarios de alto nivel del Distrito.
Pabón reveló que su primer reto fue convencer a los hermanos Nule, protagonistas de este robo, de que regresaran al país a contar lo ocurrido. Vivian Morales, la entonces fiscal general de la Nación, le autorizó hacerles una llamada de 15 minutos a Italia .
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“Yo le dije que perfecto, pero en vez de hablar 15 minutos, desde mi celular e incluso desde mi casa, alcancé a hablar con ellos más de 12 horas. La consigna era que de villanos se convirtieran en héroes, el país necesita saber detalle de cuáles fueron las rutas del cáncer de la corrupción en materia de la contratación”, contó Pabón.
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Todo estaba saliendo a pedir de boca, pero Guido Nule se arrepintió a último minuto: “Estaban en el aeropuerto de Milán y Guido estaba bastante temeroso. Cogió el pasaporte, lo tiró a la basura y dijo que se le había perdido y afirmó que no podían viajar porque o viajan todos o no va ninguno”.
Según el relato, ante el impasse, los Nule habían decidido no viajar, pero antes de salir del aeropuerto uno de ellos fue al baño y, coincidencialmente, entró al mismo que su hermano Guido y en la papelera encontró su pasaporte.
“Lo recogió y le dijo a Guido que se iban ya para Colombia”, sostuvo Pabón.
El entonces alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, reaccionó cuando comprobó que la Fiscalía tenía todas las pruebas en su contra. En ese momento estaba acompañado por su abogado, Carlos Gómez Pavajeau.
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“Le dije que hablara con la Fiscalía para saber si en su oficina de la alcaldía o en oficinas se realizaron reuniones con abogados adscritos a su despacho donde se trató el tema de la cesión del contrato de la 26”, recordó.
Pabón contó que una de las situaciones más indignantes fue cuando le ofrecieron 5 millones de dólares para que desviara las investigaciones: “Mi respuesta fue ‘no’, no lo dudé ni medio segundo”.
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El fiscal Pabón fue declarado insubsistente por la entonces fiscal Vivian Morales y luego quien lo sucedió fue Ricardo González, quien llegó a ser vicefiscal general. Pabón fue profesor en más de 40 universidades, escritor de 11 libros y auxiliar de la Sala Penal de la Corte Suprema.
10 años después y la investigación sigue
Sin embargo, las pesquisas en la Fiscalía no paran. Según Felipe Romero, periodista y escritor, la ciudad fue desangrada y todavía no se recupera de ese duro golpe que recibió.
“Se calcula que en su momento Bogotá perdió un promedio de medio billón de pesos”, dijo Romero.
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Él investigó a fondo estos hechos y los plasmó en el libro ‘El cartel de la contratación: la historia no revelada’. Según su conclusión, lo que la ciudad pudo recuperar fue muy poco.
“Yo creería que no supera el 20 % de lo que se perdió. Obviamente hay obras como la de la calle 26 donde las pólizas de cumplimiento se ejecutaron y se terminaron”, afirmó el escritor.
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El periodista Romero advirtió que hay obras como la segunda torre del hospital de Meissen que, 10 años después del desfalco, no se han terminado. El pasado mes de agosto la Secretaría de Salud anunció la reactivación de la obra con una inversión de 17 mil millones de pesos.
Los resultados de su investigación arrojaron que “corrían cajas de cartón llenas de dinero. Cajas con cientos de miles de millones de pesos para ser repartidas entre concejales y exconcejales”.
Según José Vicente Valbuena, fiscal de la época, este fue un acto delictivo que se planeó con mucho anticipo: “Lo que se pretendía era evitar que los organismos de control entorpecieran la adjudicación de los contratos de la manera en la que se pretendía”.
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La Fiscalía sigue las investigaciones porque considera que todavía aún hay más personas relacionadas con el multimillonario robo a Bogotá. Se tiene claro es que se trata de pequeños eslabones de una organización.
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