La pequeña Sara Sofía estaría viva: autoridades ya tienen una hipótesis sobre su paradero

Tras la captura de Carolina Galván, madre de Sara Sofía Galván, y su compañero sentimental Nilson Díaz por la desaparición de la menor en enero pasado, las autoridades investigan una versión distinta a la entregada por la mujer.

Aunque esta dijo que su hija había muerto en la casa y decidió abandonar el cuerpo en un caño que conecta con el río Tunjuelo de Bogotá, los investigadores creen otra cosa.

La niña, al parecer, fue regalada o vendida a una pareja que reside en Colombia.

La mamá de Sara Sofía fue capturada en la madrugada del jueves en un centro de entretenimiento para adultos ubicado en Bosa Centro, mientras que su pareja Nilson fue detenido en una vivienda donde lo encontraron descansando con cuatro menores de edad.

“Estas dos personas van a ser puestos ante juez de garantías, les van a ser imputados los delitos de desaparición forzada”, dijo el fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa.

Según él, el ente judicial “tiene elementos probatorios y evidencia física que nos permite llegar a estos resultados y poder lograr la captura” de la pareja, que para las autoridades sabe del paradero de Sara Sofía.

“Es doloroso para los colombianos, para el país, tener que observar que los mismos padres son encargados de causar un daño a sus hijos, de desaparecerlos o generar este tipo de noticias”, agregó el fiscal Barbosa.

Sara Sofía estaba bajo el cuidado de su tía Xiomara Galván, pero Carolina se la llevó el 15 de enero, la última vez que tuvieron noticias de ella.

Autoridades han recorrido el río Tunjuelo, donde supuestamente fue abandonada la niña de 2 años, pero no han encontrado ni un rastro.

Además, la mamá de la menor cambió la versión sobre la muerte de Sara Sofía y luego dijo "que en Patio Bonito un día iba, no dice el día tampoco, que dizque una señora se había ofrecido a cuidarle la niña y que ella se la había entregado, pero que ella no sabe ni cómo se llama la señora ni quién es la señora”, según reveló Xiomara.

“Yo digo que a la niña la vendieron”, agrega la angustiada mujer.