Kennedy y Chapinero podrían entrar en cuarentena estricta: están disparados los contagios

Mientras que en Usaquén, Suba y Engativá más de dos y medio millones de personas se encuentran confinadas para frenar la propagación del COVID-19, también hay preocupación por lo que está pasando en Kennedy y Chapinero.En la zona 8, sur de Bogotá, los casos positivos llegan a los 60.403 y en la localidad nororiental ya son 11.427 personas contagiadas con COVID-19.En Kennedy, como en toda la ciudad, se está aplicando el pico y cédula para evitar aglomeraciones. Sin embargo, Noticias Caracol evidenció que en entidades como bancos no se respeta el distanciamiento en las filas y que en las calles se ve gente caminando sin tapabocas.Las cifras de contagio y las evidentes violaciones a los protocolos de bioseguridad podrían poner a estas dos localidades bajo un confinamiento estricto y uno de los sectores más golpeado sería el de los vendedores informales.Ellos dicen que no aguantarían otro cierre, pero a la vez son conscientes de las fallas.“Lo que pasa es que no hemos hecho caso, del distanciamiento y todo eso, pero demasiado. Pedimos plata prestada para trabajar y todo y, si nos guardan otra vez, ¿qué vamos a hacer?”, manifesta Margarita Mahecha, vendedora ambulante.Daniel González, comerciante de la localidad, dice que si hay otra cuarentena estricta “nos vamos a ver afectados, muchos, y los empleados que trabajan en este local se van a ver afectados porque de acá dependemos muchas familias”.De los 37 hospitales y clínicas con las que cuentan la zona norte de Bogotá, 28 se encuentran en alerta roja, es decir, a su máxima capacidad, y dos ya llegaron a alerta amarilla, un panorama poco favorable para la localidad de Chapinero.A pesar de esta preocupante situación hospitalaria, en las calles de esta zona de la capital se ve gente sin tapabocas y sin respetar el distanciamiento en sitios como el parque Lourdes.Kennedy y Chapinero ya enfrentaron un confinamiento adicional en 2020, hoy estarían en riesgo de volver a ser cerradas si la falta de conciencia de la ciudadanía no cambia.