En la mañana del pasado viernes, 17 de noviembre de 2023, se conoció que cuatro estudiantes de octavo grado de un colegio de la localidad de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá, habían resultado intoxicadas tras haber ingerido una sustancia, al parecer tuci, que habría sido proporcionada por su profesor de inglés.
Pese a que la Fiscalía General de la Nación pidió que fuera enviado a la cárcel, pues las madres de las menores llegaron al colegio con la Policía y, según las autoridades, fue capturado en flagrancia (encontrándole papeletas de drogas en la maleta) y los estudiantes lo señalaron de ser un profesor jíbaro, un juez le dio casa por cárcel.
El togado entregó tres motivos para que el profesor no pase el proceso investigativo en un centro penitenciario, sino en su vivienda: la medida es suficiente, no tenía antecedentes y demostró tener un arraigo familiar.
El abogado de las víctimas rechazó la decisión del juez. Dice que la medida es arbitraria y que el togado no tuvo en cuenta el agravante: que los hechos sucedieron en un colegio y con jóvenes de 14 y 15 años.
Dahjer Ibarra, abogado de las menores víctimas, indicó que “hubo inconsistencia porque el señor (el profesor), al momento de la captura, no dio ninguna dirección. Posteriormente, da una dirección y después otra, entonces el apoderado de víctimas lo manifestó en su momento, también la Fiscalía, pero aún así el juez determinó que el señor tenía un arraigo familiar”.
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A su vez, resaltó que “las víctimas están muy inconformes. El suscrito también hace una crítica al sistema penal en ese sentido porque me parece que no es un ejemplo que le estemos dando a la sociedad este tipo de conductas”.
La Fiscalía General de la Nación apeló esta decisión porque asegura que el profesor podría seguir suministrando a menores de edad droga desde su residencia, vía redes sociales u otros medios.
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Pese a que se declaró inocente, continuará con el proceso judicial desde su casa.