La semana pasada se registró un ataque sicarial contra un inspector del Inpec que tuvo lugar en el barrio Villa Alsacia , de la localidad de Kennedy, en el suroccidente de Bogotá. El objetivo era acabar con la vida de Jaime Alfredo Ramos, quien logró salir vivo tras esconderse en una peluquería.
Los hechos registrados en la tarde – noche del 2 de mayo quedaron captados por varias cámaras de seguridad. En estas se observa el momento en que el funcionario de la cárcel La Picota estaciona su vehículo frente a la peluquería.
De repente aparecen dos sicarios que le disparan. Ágilmente el inspector del Inpec se baja de su carro por la puerta del copiloto y corre hacia el establecimiento, donde a esa hora se encontraban varias personas.
En un momento se observa que el sicario no puede seguir disparando debido a que el arma se le engatilla y aunque intenta irse, después abre fuego contra la puerta de vidrio. Termina de romperla e ingresa en busca de su objetivo, que busca esconderse a toda costa del asesino.
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La cámara del segundo piso de la peluquería evidencia el desespero del inspector del Inpec por salvar su vida. Para evitar que el atacante suba, empieza a lanzar por las escaleras todo tipo de muebles y cualquier objeto que le pueda frenar el paso a su verdugo.
Toda la escena transcurría ante la mirada atónita de clientes y trabajadores del local, que se refugiaron en sus puestos de trabajo para evitar que alguna bala los alcanzara.
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Tras unos segundos, el sicario sale del salón de belleza buscando a su cómplice, quien lo espera en una motocicleta. Posteriormente emprender la huida.
Otro caso de sicariato en Bogotá en el que aún no se hace justicia
Desde el 30 de diciembre de 2022, la vida les cambió a Ana y a John Freddy cuando sicarios los atacaron en el norte de la capital colombiana. Aunque ellos se salvaron, una de las balas acabó con la vida de su hijo de 7 años.
“Lo único que queríamos era ir a disfrutar el fin de año con familiares que tengo allá y sobre la 100 con Boyacá sicarios en moto nos dispararon, no sé, seis u ocho proyectiles. Uno impactó en la cabeza de mi bebé. Nos destruyeron la vida ese 30 de diciembre, es el 30 de diciembre maldito para mi familia”, aseguró John Freddy Rojas.
Ana León, madre del pequeño, narró el dolor que ha sentido tras esta tragedia: “Mi bebé apenas tenía 7 años, estaba en primero, apenas estaba mudando los dientes, aprendiendo a leer, ha sido muy duro”.
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Desde ese entonces decidieron no hablar en cámara, pero lo hicieron porque creen que ya no tienen otra opción en la búsqueda de justicia por este caso.
“La vida nos cambió en un 100%, era nuestro único hijo y ya estar sin él es muy duro. Ya no hay motivación. Uno de mamá ya no se puede levantar a llevarlo al colegio, a seguir su rutina, ha sido un proceso muy duro. Le hago un llamado a todas las mamás, a las mamás de los sicarios, a la novia, si saben quién fue la persona que nos hizo eso, que nos apoyen”, sostuvo Ana.
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“Todos los santos días nos levantamos pensando en él, en el momento en el que nos digan que tienen a los capturados. Que la Fiscalía sume esfuerzos para que la muerte de mi bebé no vaya a quedar impune, nosotros como papás estaremos toda nuestra vida buscando justicia. Este es un llamado de papá a papá para que la muerte no quede en la impunidad”, agregó John Freddy.
Fuentes cercanas a la investigación aseguran que ya hay una hipótesis que cobra fuerza y que ya hay varios sospechosos identificados que estarían detrás de este caso.