Pandemia del COVID-19, implementación de la paz, casos de abuso sexual en la Iglesia y desafíos del 2021 fueron temas que monseñor Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá , abordó en entrevista con Noticias Caracol.
Frente a los casos de abuso sexual, indicó que la Iglesia está dispuesta a aclarar las denuncias sobre cada uno de ellos, a reconocer los errores y a pedir perdón, además a llevar a los culpables a enfrentar la justicia.
Monseñor Rueda también pidió una Navidad en familia e hizo un llamado a jugársela por la reconciliación.
El religioso de 58 años, nacido en San Gil, Santander, dijo que la Navidad en las parroquias bogotanas serán con todos los protocolos y los aforos permitidos por el Gobierno distrital.
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La violencia sufrida por los líderes sociales y campesinos en el país también fue un tema que estuvo sobre la mesa. Al respecto, monseñor Rueda respondió: “El año que estamos terminando ha combinado varias facetas de dolor, por un lado el COVID y por el otro la situación del país. Pensábamos que íbamos a tener un panorama más positivo en el respeto a la vida de los colombianos en los distintos lugares, los líderes, hombres y mujeres que acompañan allí las bases, y sin embargo hay muchos signos de violencia, son múltiples formas y factores de violencia y ahí nos toca jugárnosla totalmente por la reconciliación y la paz”.
“Necesitamos valorar todo el trabajo que hacen los líderes sociales en la bases, estos que están muriendo, estos mártires de la reconciliación y de la paz, estos servidores en el Cauca, Chocó, en Nariño, en el Valle del Cauca, en Arauca, en Antioquia, en los distintos territorios, aquí en Bogotá, son hombres y mujeres que lo necesitamos para reconstruir el tejido social y con ellos, y con una confianza puesta en el Dios de la vida y de la paz, somos capaces de salir adelante”, agregó.
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Y señaló que al asesinarlos “lo que buscan es llenar de miedo a los colombianos y nosotros no podemos llenarnos de miedo”.
Respecto a los escándalos de abuso sexual en la Iglesia, Rueda aseguró que “la Iglesia ha asumido con humildad y con responsabilidad esta tarea, que la ha asumido desde el mismo papa Francisco en adelante. Con mucha responsabilidad, con claridad, cooperando con las autoridades civiles, atendiendo a las víctimas, cuidando a las víctimas, pero además previniendo, porque se trata de corregir los errores que ya hemos cometido, ser capaces de denunciar y de llevar a la Fiscalía, como se está haciendo en la Arquidiócesis de Bogotá (…), los procesos, buscando que las víctimas sean sanadas, sean acompañadas y buscando que quienes son culpables y tienen que pagar ante la justicia lo hagan”.
Según monseñor Rueda, eso ha permitido que las denuncias por abuso sexual en la Arquidiócesis de Bogotá crezcan.
“Se tiene toda la estadística del trabajo y en estos últimos meses, de la mitad del 2019 hacia acá, los casos han sido recibidos y han sido procesados; son cuatro casos bien definidos y se han trabajado según lo que la iglesia nos ha mandado pero también en armonía total con la Fiscalía General de la Nación y con las autoridades civiles”, explicó.
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En uno de esos casos, puntualizó, ya hay un religioso privado de la libertad.
Rueda también respondió si la Iglesia colombiana está dispuesta a surtir ese mismo proceso de hacer públicos expedientes y de hacerlos mea culpa que sean necesarios para esclarecer los casos de abuso sexual.
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“Todo lo que suceda en esa línea tendrá que aclararse, y estamos dispuestos. Algunos quisieran que procesos que no han llegado a su conclusión ya se ventilaran y en eso tenemos que respetar siempre al que está acusado hasta que no se le condene, que se haga el debido proceso”, dijo.
El arzobispo también indicó que esta es una Iglesia nueva, “decidida a aclarar, a pedir perdón de las situaciones difíciles y decidida a formar los entornos más seguros para que sea un hogar realmente donde todos nos sintamos seguros”.
Por último, frente a lo que les espera a los colombianos en 2021, señaló: “lo peor que nos pudiera pasar es quitarnos el tapabocas, dejar de lavarnos las manos y continuar en el mismo ritmo que llevamos. Estábamos acostumbrados a un ritmo de consumo, de producción, olvidándonos que la casa común es de todos y que debemos cuidarla y que nosotros debemos cuidarnos unos a otros y que el cuidado mutuo es una expresión de la posibilidad de vivir un futuro mejor”.