El pasado 9 de septiembre, Bogotá conoció la historia de un intento de asesinato protagonizado por un patrullero de la Policía Nacional, quien siguió a su expareja sentimental hasta un motel de la localidad de Kennedy para dispararle a ella y a su nuevo novio. El uniformado se quitó la vida en el mismo sitio.
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La protagonista de esta historia es Paola Peña, quien está viva de milagro, pues el patrullero John Camargo le propinó “tres impactos en mi cara y uno en el brazo”, explicó en Noticias Caracol en vivo el 10 de septiembre.
Un mes después del ataque, Paola apareció en el podcast ‘Más allá del Silencio’ y contó que ella no ingresó al motel con un supuesto amante, como muchos dijeron, sino con alguien con quien quería darse una oportunidad: Fernando.
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“Fernando es una persona soltera y pues yo, en ese momento, estaba soltera”, recalcó Paola, quien subrayó que ella y John Camargo habían terminado su relación en diciembre de 2023, esto debido a que él la empezó a maltratar.
Paola está viva de milagro
“La gloria es para Dios. Estoy viva es de milagro después de cuatro impactos de bala, tres en la cabeza y una rozó en el hombro. Dios fue el que me sacó de la muerte y acá estoy con ustedes contando lo que pasó”, subrayó Paola.
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Los impactos los recibió en el cráneo, en la zona del cuero cabelludo que limita con la frente, y otra en el maxilar, la cual “salió por acá (le atravesó el rostro)”.
En el caso de Fernando, quien la acompañaba en el motel de Kennedy, él fue herido en el hombro. Esa bala le quedó alojada en el cuerpo.
¿Qué pasó en la noche del ataque?
“El sábado (7 de septiembre) celebramos los 11 años de mi spa, él (Fernando) cantó. Al otro día me invitó a almorzar. Me preguntó antes, el sábado, qué había pasado en todo ese tiempo de no vernos, me preguntó si estaba soltera, no le di muchas explicaciones porque ya había terminado una relación y no estaba el momento adecuado para decirle: ‘Mira, pasó esto, es mi exnovio, viví esto, no’”, relató.
Durante ese domingo, Paola y Fernando fueron al cine y, sobre las 9:00 p.m., decidieron ir al motel Las Vegas, en el sur de Bogotá, cerca del spa de la víctima del patrullero.
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“En el momento en que activo la alarma del carro, ya íbamos de salida, abrí la puerta del carro y Jhon me dijo: ‘Paola’, pero de una vez me mostró el arma. Yo tengo problema de rodilla, no pude correr porque me hubiese ido hacia atrás, a esconderme, no sé, y lo único que hice fue saltar al carro, sentarme en el carro. Ahí empezaron todos los disparos, uno, dos, tres”, así fue cómo Paola vivió el ataque de Jhon, quien estaba a metro y medio de ella.
Precisó que “siento el primer impacto, después el segundo. En el segundo sentí que se me rompió como el tímpano. Ese sonido era vibrante, no sé cómo explicarlo. Sentí que la cara se me estalló toda, o sea, el ojo, el cerebro y sentí todos los pedazos por dentro. Yo dije: ‘Ya me morí’, y pensé en mis dos hijos, que se van a quedar solos. El tercero fue este (el del maxilar), ahí empecé a botar mucha sangre. Lo miré y cerré los ojos”.
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Paola sintió que Fernando la tomó del pecho y le pidió: “Paola, no se me muera”. En ese momento abrió nuevamente los ojos, vio que su compañero tenía un disparo en el hombro y Jhon estaba muerto.
Mencionó que luego Fernando le explicó: “Paola, usted murió, revivió y cuando yo vi que abrió los ojos simplemente empecé a gritar que una ambulancia”.
Tras abrir los ojos, empezó a ver negro y lo único que quiso fue enviarle un mensaje de voz a su hijo, pero sentía la garganta llena de sangre. Ella le quería pedir que cuidara a su hermano, pero no pudo hablar mucho. Solo le dijo: “Ven rápido”.
Al lugar llegó la familia de Jhon
Se acercó al lugar la mamá, hermana y papá de Jhon y “empezaron a acusar a Fernando. Entonces el papá le gritaba: ‘Usted lo mató, ese carro es robado, ese carro es de mi hijo’”.
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Por esas acusaciones, la Policía esposó a Fernando y lo subieron junto con Paola al platón de una patrulla y los llevaron al Hospital de Kennedy, donde la atendieron rápido a ella. Intentó no cerrar los ojos y le repetía a los doctores: “no me quiero morir”, por temor a dejar solos a sus hijos.
Paola recalcó que ella nunca estuvo casada con Jhon y que había terminado con él su relación a finales de 2023.
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Eso sí, a pesar de que por poco la mata, Paola resaltó que “yo no juzgo a Jhon, él era un excelente ser humano y para las personas que lo conocieron era como papá, como hijo, como tío, como amigo y era muy bueno. En la Policía un excelente policía, pero como pareja, pues, para mí, había cosas, había límites que no podía seguir con él”.
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