Jonathan Sandoval Pérez, un joven bogotano de 26 años, viajó a Estados Unidos para buscar nuevas oportunidades y mejorar su calidad de vida. Había trabajado en varias empresas durante los dos años que estuvo residiendo en este país. Sin embargo, el pasado jueves, sus sueños se vieron frustrados tras el fatal accidente de tránsito en el que se vio involucrado.
Algunos conocidos de Jonathan Sandoval, migrantes también en EE. UU. se dieron a la tarea de recolectar fondos para que la madre del joven pueda viajar desde Colombia a recoger las cenizas del colombiano, ya que su familia vive en el barrio San Agustín, en la localidad Rafael Uribe, en el sur de Bogotá, y no cuentan con la solvencia económica para costear un viaje fuera del país. María Pérez, la madre, ha tocado las puertas de la Cancillería, solicitando ayuda para su caso y buscando información sobre el proceso de repatriación, pero, afirma que “me dijeron que no, porque no hay recursos”.
¿Qué papel juega la Cancillería en el proceso de repatriación de un cuerpo?
Según Andrea Rojas, funcionaria de la Cancillería, “los consulados de Colombia en el extranjero se encargan de brindar asesoría para la repatriación, ya sea del cuerpo del nacional fallecido o de sus cenizas. Es importante aclarar que este ministerio no cuenta con una partida presupuestal asignada para suplir estos gastos de repatriación. Los gastos de repatriación en el exterior, dependiendo del país en el que haya fallecido la persona, pueden oscilar entre los diez mil y los veinte mil dólares”.
Tras un comunicado de las autoridades de Nueva Jersey, la familia del colombiano tiene los días contados para hacer el proceso de repatriación de las cenizas. Desean reunir a la familia y amigos para despedirlo, por lo que María Pérez ha solicitado durante cuatro días seguidos la expedición de la visa humanitaria, pero hasta el momento no ha tenido éxito.
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¿Cuál es el proceso para repatriar a Colombia un cuerpo o las cenizas de un nacional fallecido?
Como el caso de Jhonatan Sandoval, hay aproximadamente 80 colombianos que fallecen al año en el exterior. Son sus familias y amigos los encargados de hacer el complejo y costoso proceso de repatriación. De acuerdo con el doctor Wilfredo Rollo, experto en derecho internacional de la Universidad Externado de Colombia, “cada procedimiento depende del lugar donde se encuentre la persona fallecida. En ese sentido podríamos decir que las cosas generalmente son: primero se debe informar a las autoridades sobre el lugar donde falleció la persona; segundo, se debe emitir el certificado de defunción, esto lo hará el consulado de Colombia en el lugar donde se encuentre; y tercero, se debe tomar la decisión de qué se va a hacer con el cuerpo, si se va a repatriar el cuerpo o si se va a cremar y traer las cenizas a Colombia”.
“En la medida en que más colombianos están en el exterior, existe un mayor riesgo de que estas personas puedan fallecer en ese territorio. En ese sentido, el flujo migratorio aumenta las probabilidades de solicitudes de este trámite. Es más difícil, cuando una persona fallece por producto de un homicidio, traer el cuerpo, ni siquiera las cenizas, porque es un proceso de investigación que queda allá. Claramente, la situación más sencilla es la muerte natural, pero cuando la muerte deriva de un accidente o de repente, de una actividad criminal, por supuesto, los trámites pueden ser más engorrosos”.
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Por su parte, la familia Sandoval Pérez continúa insistiendo por la visa humanitaria y a espera del apoyo de la Cancillería para tener por última vez de cerca a su adorado Jhonatan, así sea solamente con el recuerdo grabado en sus corazones y las cenizas.