En uno de los sectores más tranquilos de la sabana de Bogotá, una planta de producción de lácteos ha generado controversia y preocupación entre los habitantes de una vereda en Subachoque. La comunidad lleva más de diez años denunciando los daños ambientales y el impacto negativo que la progresiva expansión de la planta ha tenido en su entorno natural.
Sergio Villamizar, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda, señala que el crecimiento desmesurado de la planta, operada por la empresa Dejamu, ha traído consigo un deterioro significativo de la calidad de vida.
"La mayoría de nosotros escogimos este lugar buscando paz y tranquilidad. Sin embargo, hoy enfrentamos un entorno similar o, incluso, peor que el de una zona industrial en Bogotá", afirma Villamizar.
La empresa en la sabana crece cada vez más
Esta planta comenzó sus operaciones en pequeñas casas del sector hace una década, pero su éxito comercial ha llevado a una expansión que, según los habitantes, ha excedido los límites permitidos por las autoridades. De acuerdo con documentos de la alcaldía, los proyectos agroindustriales en la zona no pueden superar los mil metros cuadrados de construcción, límite que, según la comunidad, ha sido ampliamente sobrepasado.
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David Lemoine, representante legal de Dejamu, rechaza estas acusaciones y asegura que el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) permite actividades agropecuarias y agroindustriales en el área, por lo que el límite de construcción de mil metros cuadrados no aplica. Además, señala que nunca se realizó una visita técnica al predio por parte del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) para verificar las dimensiones.
Uno de los principales problemas derivados de la expansión de la planta es el deterioro de las vías de acceso, originalmente diseñadas para el tránsito ligero.
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El paso constante de camiones, buses y vehículos pesados que transportan a los empleados ha afectado gravemente la infraestructura vial, dificultando la movilidad de los habitantes.
"Nuestras vías y redes de servicios, como el agua, no estaban preparadas para este tipo de crecimiento", afirma uno de los residentes.
A pesar de que la empresa asegura haber invertido en el mantenimiento de las vías, los residentes sostienen que las afectaciones persisten y que el tráfico pesado ha causado erosión, así como ruido y contaminación lumínica que afectan tanto a los seres humanos como a la fauna local.
Comunidad teme por la estabilidad del suelo
Aunque no existen estudios geológicos concluyentes, los habitantes han advertido sobre deslizamientos peligrosos en la zona de la planta, los cuales podrían afectar una quebrada que alimenta el río Subachoque.
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Las denuncias de la comunidad han sido presentadas a diversas autoridades, incluyendo la Corporación Autónoma Regional (CAR), sin que hasta el momento se hayan tomado acciones concretas.
Noticias Caracol en vivo intentó obtener respuestas de la alcaldía y la Secretaría de Planeación de Subachoque, pero ambas entidades declinaron hacer comentarios, argumentando que hay investigaciones en curso.
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Mientras tanto, los habitantes siguen enfrentando las consecuencias de una expansión industrial que, según ellos, amenaza con destruir el entorno natural y la calidad de vida que una vez disfrutaron.