Este sábado, después de la medianoche, cerca de 1.5000.000 habitantes de nueve UPZ de Bogotá entran nuevamente en cuarentena estricta. Los más afectados son los comerciantes, que están desesperados por su situación.
Tal es el caso de Verónica, que entre lágrimas cuenta cómo la han afectado económica y emocionalmente los cierres ordenados por la Alcaldía:
Mi esposo no murió por el COVID, murió por el encierro, y estoy embarazada, y quién me ayuda a mí. Estoy muy triste porque no nos dejan trabajar, estoy muy triste porque a mí no me rebajan el arriendo y estoy muy triste porque estamos quebrando.
Su desgarrador testimonio se une al de Juan Manuel, un joven que junto a su mamá están a punto de perder el negocio que construyeron durante 27 años.
“Ayúdennos, porque no nos están dando nada, los bancos no dan espera, los arriendos no dan espera, la administración no da espera, los servicios, la comida, el hambre, todo no da espera; no aguantamos más”, dice con la voz quebrada.
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Ellos son algunos de los comerciantes que han salido a protestar en las localidades de Suba, Kennedy y Usaquén y que, por algunos momentos, bloquearon las vías, en especial en Subazar y Centro Suba.
Deisy Olarte, una de las afectadas, pide que no haya más encierros porque “no hemos sentido apoyos de ellos, al contrario, gente quebrada, gente suicidada y cada día cierran locales. Pagamos impuestos y no tenemos ningún tipo de ayuda”.
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Alejandra Castellanos, madre cabeza de hogar, dijo va “para un mes sin trabajo, no he podido abrir, me parece algo terrible. Tengo que pagar luz, agua, los recibos de los impuestos que van a llegar ahorita y tras hecho me toca pagar colegio”.
Tito Peralta, que trabaja en acarreos, dijo que empezó el año “debiendo todo”.
El camión donde antes hacía entre cuatro y cinco viajes por día ahora permanece vacío. Incluso dice que se le juntaron las siete plagas.
Otros reconocen que tuvieron que empeñar "el computador para poder pagar el arriendo, porque si no lo echan a uno de la casa".
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Y al caminar por las calles, por ejemplo de Engativá, es recurrente ver negocios vacíos con letreros de ‘SE ARRIENDA’, o vendiendo las sillas y hasta las mesas de los locales.
Y con los cierres de las UPZ, ¿qué pasa entonces con las ayudas para la población vulnerable y comerciantes?
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Según Luis Ernesto Gómez, secretario de Gobierno de Bogotá, “para trabajadores informales estamos ofreciendo vincularlos laboralmente con las alcaldías locales para que ellos nos ayuden con el manejo del orden público, allí hay alrededor de 450 cupos en esas 9 UPZ; también a aquellos que no les interesa esa vinculación laboral les estamos ofreciendo durante el periodo de cuarentena un bono de subsidio alimentario a través de una tarjeta monedero que cobija 120.000 pesos para el periodo de 14 días”.
Otra modalidad es para el caso de los comerciantes afectados con el cierre.
“Podemos financiar hasta cuatro salarios mínimos durante seis meses en sus empresas. Es decir, pagaremos el salario mínimo de hasta cuatro trabajadores durante un periodo de seis meses correspondiente a 24 millones de pesos en un semestre para microempresarios”, explica el funcionario.
Las ayudas deben llegar entre esta y la próxima semana.
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