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Una fuerte polémica generó la posibilidad de cambiar el color de los buses del SITP eléctricos de azul a verde para diferenciar cuáles no contaminan.
Mientras unos usuarios piden apostarle mejor a modificaciones en la operación, otros dicen que serviría para incentivar el uso de los no contaminantes.
"Como tenemos un bus que pasa cada 15 o 20 minutos, por necesidad la gente lo va a tomar, independientemente del color que sea", señala un pasajero.
Algunos conductores son más optimistas: "Se diferenciarían los que contaminan, la gente comenzaría a subirse más en los verdes que en los azules".
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Entre los concejales de Bogotá la polémica está encendida. Por ejemplo, Lucía Bastidas calificó la idea como "despilfarro y puro capricho". Samir Abisambra -también cabildante- sostuvo que es mejor destinar esos recursos en las clases más necesitadas.
“Absurdo gastar 5 mil millones de pesos para pintar unos buses de otro color”, cuestionó Carlos Fernando Galán, presidente del Concejo de Bogotá.
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Según la consulta que la Alcaldía de Bogotá le hizo a Transmilenio, se buscaría que los vehículos troncales con estándar Euro V y Euro VI sean amarillos y los de cero emisiones de color verde fluorescente.
En medio de las críticas, el Distrito agregó que el manual de diseño de Transmilenio contempla el cambio de color de los nuevos buses.
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