Por medio de redes sociales se viralizó un video que pone en evidencia un insólito hecho protagonizado por un hombre con aparente movilidad reducida, quien olvida su supuesta discapacidad por un instante para colarse en las instalaciones del Transmilenio, en Bogotá. En la grabación se el observa al ciudadano correr con un caminador en las manos para luego apartarlo y subirse en la plataforma del sistema de transporte.
Los hechos se presentaron en la estación de Transmilenio de la calle 116, en Suba, donde el hombre con supuesta movilidad reducida realizó la peligrosa acción de colarse con gran agilidad en la plataforma, ante la mirada atónita de los transeúntes. Una vez dentro del sistema, el protagonista de la historia volvió a caminar con dificultad.
La grabación que deja al hombre en evidencia fue difundida por medio de las redes sociales, donde los internautas señalaron que se trataría de “un milagro” en el sistema de transporte masivo.
“El milagro de la rosa de Guadalupe”, “Yo no les creo nada de sus muletas, lo mismo cuando se ponen sus cabestrillos” y “Definitivamente ya no se puede confiar en las personas” fueron algunos de los comentarios destacados en la publicación.
Cabe mencionar que este tipo de situaciones puede acarrear consecuencias de tipo económico para los usuarios que utilicen las instalaciones de Transmilenio de manera incorrecta. Por evadir el pasaje, la multa impuesta por el personal del sistema de transporte público podría superar los 200.000 pesos sin posibilidad de disminución.
Ante la reiterativa conducta inaceptable por parte de algunos usuarios de Transmilenio, Andrés Nieto, asesor de seguridad de la empresa, hizo un llamado urgente a la cultura ciudadana, ya que este tipo de acciones entorpece el funcionamiento de los articulados porque, cuando una persona se cuela, el sistema no lo toma como pasajero y envía menos cantidad de buses para recoger a los ciudadanos, por ejemplo.
De acuerdo con Nieto, para el 2023, Transmilenio triplicó el personal de seguridad en las instalaciones del sistema de transporte, pasando de poco más de 300 policías a 1.500 uniformados y 1.400 gestores de convivencia.
“Los usuarios han pedido más seguridad, más acompañamiento y mejor servicio, pero necesitamos colaboración de la ciudadanía para que estas coyunturas se resuelvan. Este problema sobrepasa a Transmilenio y nos involucra a todos. La ciudadanía pidió más seguridad, pero necesitamos corresponsabilidad”, afirma.
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