En medio de lágrimas, la esposa del subteniente Juan Pablo Vallejo llegó a la sede de la Policía de Bogotá, donde uniformados de la Sijín realizaron una ceremonia en honor al oficial, a quien asesinaron en los cerros orientales, en medio de un operativo para dar con los responsables del reciente homicidio de Cristian Romero, quien acampaba en Monserrate.
La uniformada, que está embarazada y tuvo otra hija con el uniformado, escuchó las palabras en honor y reconocimiento a la corta pero promisoria carrera en la institución que cultivó el subteniente Vallejo.
Tenía 25 años y hace poco había sido trasladado a Bogotá.
“Donde quiera que se encuentre el asesino de mi único hijo, quiero decirle que como mamá, como creyente que crie a mi hijo, porque mi hijo muere en la verdad, en la verdad de Cristo, yo los perdono”, dijo Alida Martínez, mamá del subteniente Juan Pablo Vallejo.
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El hermano del uniformado, el representante a la Cámara, Gabriel Vallejo, en una carta que publicó en redes sociales plasmó la difícil situación que atraviesa su familia:
No puedo negar el profundo dolor que siento por la forma en que partió Juan Pablo (...) Me duele ese sentimiento inconmensurable que está sintiendo su esposa Carolina, su hija Isabela, su madre Alida, mi padre y toda la familia, solo Dios lo sabe.
Allí también habló sobre los criminales que acabaron con la vida de su hermano:
Quiero decirles a los asesinos de Juan Pablo que oro por ellos, que Dios los perdone y los bendiga.
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Una persona fue capturada por el homicidio del uniformado. Tenía antecedentes por homicidio, porte ilegal de armas y hurto calificado.
Sobre la investigación, el comandante de la Policía de Bogotá, el general Eliécer Camacho, dijo que trabajan “para lograr identificar a los otros dos delincuentes que se encontraban en el mismo sitio, que al parecer iban a cometer hurto, pero en una forma agresiva atacan a la comisión judicial”.
Las autoridades, además, incautaron un vehículo donde se habrían movilizado los homicidas.
El oficial, con la voz quebrada durante el homenaje, pidió a sus subalternos recordar que “como policías mantengamos esos valores, esos principios, porque eso fue lo que juramos realizar y como Juan Pablo lo realizó hasta el último momento de su vida debemos seguir cumpliendo”.
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El subteniente Juan Pablo Vallejo deja a su esposa, una niña y una bebé que viene en camino, niñas a los que los delincuentes les negaron la oportunidad de crecer junto a su padre.
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