La fachada del Portal Américas cambió un año después de las protestas del Paro Nacional que inició por la reforma tributaria que fue presentada en el Congreso de la República. La estructura, que antes era de acero y con vidrios, hoy tiene unas placas de metal rojas que cubren la fachada, los adoquines se han ido recuperando y en toda la plaza se instalaron árboles de metal.
Los grafitis y daños que también hubo en medio de los desmanes fueron borrados de la fachada. Sin embargo, en los alrededores del portal aún hay mucho por recuperar. Según habitantes del sector, andenes que antes estaban cubiertos con adoquín y donde había señales de tránsito aún se ven dañados, rotos o doblados. Incluso, algunas casas todavía continúan cubiertas con tablas, corchos y bolsas.
A pesar de que quienes viven allí reconocen que la tranquilidad está regresando, cuentan que las consecuencias para sus familias han sido delicadas. "Considero yo, sin ser experta en la materia, que pudo haber ocasionado problemas de salud mental en varias personas. El hecho de perder la tranquilidad, no poder estar tranquila, no poder salir, de no saber en qué momento entran gases a tu casa, en qué momento hay disturbios que puedan afectar a tu familia, es un hecho que a cualquier ciudadano le quita la tranquilidad", señala Amparo Páez, habitante del barrio Villa Andrea.
Para los estudiantes del colegio Jaime Garzón, que está ubicado diagonal al Portal Américas, la inseguridad aumentó después de los disturbios. A pesar de que algunos no viven en la zona, salir hacia los alrededores sí les genera intranquilidad. "Yo me siento bien, porque vivo lejos de esta zona, pero ya las personas que viven muy cerca, como por las partes detrás del portal o cosas así, creo que se van a sentir inseguras porque ya los gases lacrimógenos una vez nos afectaron", dice Juan David Cortés, estudiante.
Publicidad
Por su parte, Julio Galeano, habitante del barrio Villas de Kennedy, no desconoce que sí hubo un impacto positivo después de que la alcaldía logró retirar a quienes generaban actos vandálicos, pero dice que la atención a ellos como comunidad por parte del Distrito ha sido poca. "Considero que fueron insuficientes porque en ningún momento hubo una reparación de víctimas ni de viviendas, ni de cuestiones locativas. Se bajaron las ventas y eso no se ha podido recuperar".
- Le puede interesar: ¿Buscando empleo? IDU anuncia convocatoria laboral en Bogotá
Pero, además, hay quienes el miedo y la incertidumbre los llevaron a abandonar su casa. Diana Laverde, casada y con dos hijos, después de vivir 8 años en Las Américas, decidió trastearse. "Nos decidimos pasar a vivir a otro lado debido a que realmente había días de incertidumbre en los que no sabíamos qué iba a pasar, y por la tranquilidad de nuestros hijos y de nosotros mismos. Por eso, nos trasladamos a otro sector de Bogotá".
Publicidad
Además, puso en venta su casa que hoy, dice ella, se ha desvalorizado: "No ha sido fácil que alguien pueda tomarlo en arriendo o quiera vivir allá, pero realmente puedo decirlo, antes de los disturbios era un ambiente sano, bueno. Lo que pasa es que sí se presentaron momentos difíciles después de los disturbios y hace que el ambiente se torne intranquilo, inseguro."
En el portal, 4.025 metros cuadrados han sido recuperados. La inversión aproximada, según el Distrito, llega a más de 400 millones de pesos y los trabajos que se han realizado están enfocados en la instalación de nuevas lozas, adoquines y nuevos andenes.